Jubilación docente, un año después
*Por Martín Lucero. Desde hace muchos años los maestros santafesinos venían reclamando una reforma al régimen jubilatorio docente que contemplara un baja de años de edad y de servicios para un sector que realiza una función de transcendental importancia para la sociedad.
Esta expectativa se materializaba a través del impulso de un proyecto de Ley del diputado Luis Rubeo que sostenía la posibilidad de que los docentes se jubilaran con 25 años de servicios frente a alumnos y 30 años de servicios en el resto de los casos.
Desde un primer momento la iniciativa contó con el decidido apoyo de Sadop, que se comprometió a difundirla, incentivar el debate e impulsar su tratamiento. Similares acciones emprendieron distintos sectores de la docencia santafesina.
El 4 de octubre de 2010 se dio un primer paso. El Concejo Municipal de Rosario fue testigo de la primera audiencia pública por la jubilación docente. Participaron de la misma, además de diputados provinciales, concejales, invitados especiales y público en general, más de 500 docentes convocados por Sadop Rosario y Amsafé Rosario, a los que se sumaron las delegaciones de Sadop Santa Fe, UDA y UPCN. Las intervenciones se expresaron, por una amplia mayoría, a favor de la iniciativa.
Sin embargo el trámite legislativo seguía trabado y no conseguía avances. En este contexto Sadop resolvió la continuidad del reclamo a través de una medida de fuerza para el 11 de noviembre de 2010.
Ese día se marcó un hito en la historia de la docencia privada santafesina. La medida decretada por Sadop incluyó una masiva convocatoria a la explanada de la Legislatura que contó con casi 1.500 docentes privados de toda la provincia reclamando una reivindicación tan justa como postergada. La movilización fue acompañada por docentes de distintos ámbitos, centros de estudiantes, agrupaciones gremiales y políticas de diversas vertientes y público en general. Hubo, como siempre, quienes se opusieron y cuestionaron el pliego. Otros simplemente se mantuvieron escépticos.
En un hecho sin precedentes, delante de los docentes convocados los diputados integrantes de la comisión de Asuntos Laborales, algunos de los cuales hasta ese momento eran renuentes a debatir el tema jubilatorio, expresaron su compromiso de tratar y dictaminar positivamente el proyecto Rubeo con reformas que permitieran alcanzar más amplios consensos.
De esta manera, después de las alocuciones de los diputados De Cesaris, Tessa y Rubeo se incorporaron compañeros del ámbito de la salud, se establecieron pisos a la edad jubilatoria docente (52 años para las mujeres y 55 para los varones), las compensaciones por exceso de edad y servicio y un esquema de financiamiento que garantizara la sustentabilidad de la caja de acuerdo a la reforma planteada. A los pocos días el dictamen de la comisión de Asuntos Laborales fue una realidad y el primer paso legislativo había sido dado.
Si bien el año parlamentario terminó sin mayores novedades, es justo decir que el valor de ese dictamen fue muy grande ya que puso de vuelta en la escena política el debate jubilatorio.
A causa de esa acción en la Legislatura, en la paritaria del año 2011 el tema fue tomado y debatido durante casi ocho meses por todos los gremios docentes y el gobierno, aunque con avances dispares. Esto llevo a medidas de fuerza del sector docente que fueron duramente criticadas y hasta demonizadas. Distintos sectores se pronunciaron en contra de cualquier modificación a la estructura jubilatoria, levantando fantasmas de desfinanciación de la caja o la quiebra de la misma.
Sin embargo la lucha constante y coherente de la docencia santafesina logró imponer una reforma en la ley que beneficia a 1.700 docentes que en el próximo año comenzarán a gozar de los beneficios jubilatorios. Junto con esto el gobierno asume el debate de la baja de los años de edad y servicios de los docentes como un compromiso paritario para ser analizado en los ámbitos pertinentes.
La coherencia y la persistencia tienen recompensa. Hoy existen resultados concretos más allá de las descalificaciones, los malos tratos y los pronósticos agoreros. Las "imposibilidades" y las "catástrofes" fueron transformadas en realizaciones y perspectivas que impulsan nuevas conquistas.
Para Sadop no existen dudas de que el ámbito de debate es la Legislatura. Tal como se expusiera aquel 11 de noviembre de 2010, la solución a una demanda tan postergada sólo puede ser plasmada en el ámbito legislativo. En ese sentido los acuerdos paritarios han demostrado ser un camino acorde para alcanzar consensos amplios que faciliten el tratamiento parlamentario. La unanimidad de la reforma sancionada es una muestra de lo expuesto.
Estamos seguros de que las reivindicaciones se alcanzan con luchas, acciones y convicciones de distintos actores, pero que sólo tienen por dueño al colectivo de los docentes santafesinos.
La docencia, en unidad, seguirá reclamando lo que por justicia y derecho le corresponde: un régimen jubilatorio digno, premisa de aquel 11 de noviembre.
El gobierno en las actas paritarias, los legisladores en sus discursos, los maestros y profesores en sus pronunciamientos han manifestado que el tema jubilatorio no está cerrado. Estará en el compromiso de los actores involucrados, cada uno desde su lugar y competencia, profundizar los caminos de consenso para plasmar una solución definitiva al tema previsional santafesino. Dimos un paso. Es hora de seguir avanzado.