Juan Pablo Varsky: "Voy a dedicarme a la política"

Juan Pablo Varsky es lo que se dice un buen entrevistado. Un tipo que conoce el paño y que sabe cuáles son los mínimos requisitos para que una charla con grabador de por medio resulte agradable y atractiva. Hace cuatro años rompió la exclusividad que lo ataba al mundo del deporte para demostrar sus conocimientos en materia de conducción a través de No somos nadie –de lunes a viernes de 6 a 9 por Rock & Pop–, un programa que le permitió abrir el juego y romper el tradicional formato frenético de las primeras mañanas. "No somos ni la aplanadora informativa, ni la superficialidad de ‘tocamos un poco de todo’", asegura sentado a la mesa de un bar en una mañana de fiebre Beatle (toca Paul McCartney).

–¿Cómo define al programa?

–Tenemos un criterio selectivo de notas al que no me interesa regarlo con tipos que van desfilando por todas las radios. No estamos detrás de la primicia. El eslogan del programa es: "Entender es más importante que saber". Y no hablamos del saber como una acumulación de conocimientos sin interpretación. Creo que la sabiduría implica un conocimiento más profundo que es interpretar lo que estás viviendo, contextualizar. Eso le sirve al que nos escucha desde un Peugeot 307 como al que nos sigue viajando en el "bondi" 307. Intento incluir a todos, no contentarlos.

–¿Se siente afín con el público de una radio como la Rock & Pop?

–¿Por qué no? La Rock & Pop es como el peronismo: hay izquierda, derecha, moderados, turbulentos.

–¿Y con La Nación? ¿Cómo es hacer radio para un público joven y escribir sobre fútbol para la clase más conservadora?

–Es que no sé si el público está en las antípodas. El deportivo de La Nación es un oasis dentro del diario.

–O sea que es un público similar.

–Yo soy el mismo. Me pasó varias veces que me digan que lo único que vale la pena de La Nación es leer a Morales Sola y a mí (risas).

–¿Y qué le genera?

–Es una declaración de cortesía y tengo que agradecerla, pero... El público que lee en Internet es distinto al del diario. Y ahí es donde se iguala la radio y el portal.

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-Estudió dos años de Ciencias Políticas y otros dos de Ciencias Económicas, ¿le interesaría dedicarse a la política?

-Voy a dedicarme. Suena rimbombante, pero me encantaría ejercer la función pública. No en el corto plazo. Creo que tengo etapas para recorrer, como un programa de tele sobre política. Pero después de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, arranco.

-¿Y cómo se define en términos políticos?

- Soy populista en lo económico y liberal en lo social. Creo que el Estado debe intervenir en el servicio público, pero debería crear condiciones para una inversión extranjera directa mejor. Soy bastante pragmático, sé que en política hay que tragarse sapos, el tema es cuál es el tamaño que tolerás. No creo en la política de zapatitos blancos; creo que hay que embarrarse.