Juan Martín Del Potro, esfuerzo y orgullo nacional
Por Bárbara Cabo. Su desempeño en los Juegos Olímpicos fue indudablemente destacable.
Por Bárbara Cabo
@BarbiCabo
bcabo@gmail.com
Definitivamente los Juegos Olímpicos de este año no vienen siendo los mejores para la Argentina. Nos hemos llevado la sorpresa de que muchos de nuestros deportistas fueron eliminados rápidamente, pero lo más triste de todo no fue eso sino la manera en la que perdieron. Ya en una nota de la semana pasada dije que la desilusión de los argentinos no pasaba por haber visto caer a nuestros mejores atletas sino por ver cómo eran derrotados. La sensación de que no se dio el cien por ciento la hemos sentido todos y eso es lo que más desilusión y bronca ha generado.
Sin embargo este fin de semana pasado Juan Martín Del Potro hizo la diferencia cuando le ganó al número dos del mundo, el tenista Novak Djokovic por 7-5 y 6-4 y demostró, una vez más, por qué es uno de lo mejores jugadores del mundo. Ya el viernes pasado el tandilense había sido motivo de orgullo por su magnífico desempeño ante el partido que jugó contra Roger Federer y que lamentablemente perdió por 3-6, 7-6 (5) y 19-17.
Pero lo más importante no fue eso, sino que la "Torre de Tandil" logró dejar atrás la amargura que le provocó esa derrota y puso por delante el objetivo de enorgullecer a su país cuando ganó la primera medalla de bronce, en un espectáculo que deslumbró hasta a quienes lo criticaron por haber perdido contra el número uno.
Juan Martín Del Potro ha sido un claro ejemplo de esfuerzo, de que cuando se quiere se puede y de que nada en este mundo, cuando se trabaja con responsabilidad, pasión y extrema fuerza de voluntad es imposible. Por hacer que nos demos cuenta de eso y no perder las esperanzas en un momento tan crítico del país, es que me gustaría decirle gracias al joven de 23 años que hace que los sueños de miles de chicos sigan intactos.
Sin mucho más por decir, espero que aquellos que se la pasaron opinando negativamente de Del Potro, aprecien el deportista que tenemos y que tantas satisfacciones nos viene dando desde hace ya algunos años.
@BarbiCabo
bcabo@gmail.com
Definitivamente los Juegos Olímpicos de este año no vienen siendo los mejores para la Argentina. Nos hemos llevado la sorpresa de que muchos de nuestros deportistas fueron eliminados rápidamente, pero lo más triste de todo no fue eso sino la manera en la que perdieron. Ya en una nota de la semana pasada dije que la desilusión de los argentinos no pasaba por haber visto caer a nuestros mejores atletas sino por ver cómo eran derrotados. La sensación de que no se dio el cien por ciento la hemos sentido todos y eso es lo que más desilusión y bronca ha generado.
Sin embargo este fin de semana pasado Juan Martín Del Potro hizo la diferencia cuando le ganó al número dos del mundo, el tenista Novak Djokovic por 7-5 y 6-4 y demostró, una vez más, por qué es uno de lo mejores jugadores del mundo. Ya el viernes pasado el tandilense había sido motivo de orgullo por su magnífico desempeño ante el partido que jugó contra Roger Federer y que lamentablemente perdió por 3-6, 7-6 (5) y 19-17.
Pero lo más importante no fue eso, sino que la "Torre de Tandil" logró dejar atrás la amargura que le provocó esa derrota y puso por delante el objetivo de enorgullecer a su país cuando ganó la primera medalla de bronce, en un espectáculo que deslumbró hasta a quienes lo criticaron por haber perdido contra el número uno.
Juan Martín Del Potro ha sido un claro ejemplo de esfuerzo, de que cuando se quiere se puede y de que nada en este mundo, cuando se trabaja con responsabilidad, pasión y extrema fuerza de voluntad es imposible. Por hacer que nos demos cuenta de eso y no perder las esperanzas en un momento tan crítico del país, es que me gustaría decirle gracias al joven de 23 años que hace que los sueños de miles de chicos sigan intactos.
Sin mucho más por decir, espero que aquellos que se la pasaron opinando negativamente de Del Potro, aprecien el deportista que tenemos y que tantas satisfacciones nos viene dando desde hace ya algunos años.