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José "Pepe" Mujica levantó a un obrero que hacía dedo en la ruta

El presidente de la República Oriental del Uruguay no dudó en darle un aventón al hombre que sufría bajo el sol.

Un obrero uruguayo que no pudo ingresar a su trabajo porque presentaba documentación vencida, fue mandado de vuelta a su casa, en un horario en el que no había trasporte público. Obligado por la situación, el hombre se vio obligado a "hacer dedo" en la ruta, pero los automovilistas lo ignoraban. Así fue hasta que llegó José "Pepe" Mujica, el presidente de su país, quien se detuvo y lo hizo subir a su auto presidencial.

Gerhald Acosta se había dirigido a su trabajo, en la ciudad de Montes del Plata, Uruguay, para comenzar, como era habitual, con su rutina laboral. Sin embargo, como su cédula estaba vencida, no pudo ingresar a la planta y no tuvo más remedio que emprender el camino de regreso a casa. En ese horario, el obrero no contaba con trasporte público que le permitiera regresar, así que tuvo que pedirle a un compañero que lo alcanzara hasta la ruta.

Una vez allí, el hombre sufrió bajo el implacable sol uruguayo y observó durante largo rato cómo desfilaban vehículos por la autovía, que lo ignoraban por completo. Unos 30 autos fueron los que pasaron esa mañana delante del hombre sin  suerte, hasta que apareció una camioneta que portaba una placa oficial. El particular vehículo se detuvo frente al obrero.

Uno de los hombres que viajan en la camioneta se bajó y le preguntó al hombre hacia dónde se dirigía. Tras responder, el oficial le comentó que podían alcanzarlo hasta Anchorena. El hombre no dudó en aceptar la propuesta y subió al vehículo. Al hacerlo, se llevó una verdadera sorpresa al descubrir que los ocupantes eran el mismísimo presiden te del república orienta, José "Pepe" Mujica, su esposa, Lucía Topolansky, y la perrita de la pareja, Manuela.

"Cuando subí dije: 'A esta mujer yo la conozco'. Era Lucía, con la perra Manuela, y 'Pepe' venía sentado adelante. No podía creer que el presidente me estaba llevando", contó el hombre al diario uruguayo El Observador. "El viaje fue corto, pero ellos fueron muy amables. Al bajar les agradecí muchísimo porque no cualquiera ayuda a alguien en la ruta, y menos un presidente", detalló.