"Invictus": cuando Mandela unió a Sudáfrica a través del deporte
La película dirigida por Clint Eastwood relata el rol central del líder pacifista en el Mundial de Rugby en 1995, cuando unió a negros y blancos en apoyo al conjunto nacional.
Invictus se estrenó en el 2009. Está dirigida por Clint Eastwood y protagonizada por Morgan Freeman y Matt Damon. La historia está basada en el libro de John Carlin, "Playing the enemy: Nelson Mandela and the game that changed a Nation". El personaje de Nelson Mandela fue interpretado por Freeman.
La película relata los primeros años vividos en Sudáfrica tras la abolición del Apartheid en los '90, los primeros años tras la salida de Mandela de prisión.
Era un momento donde los sudafricanos anhelaban la paz y la unión luego de la larga ocupación inglesa en el territorio. Para logarlo, Mandela puso sus ojos en el equipo de rugby nacional, los "Springboks".
Por esos años, el rugby era un deporte exclusivo de blancos y odiado por los negros, debido a su vínculo con el Apartheid. De hecho, el propio Mandela se encargó de destacar que los negros concurrían a los estadios para apoyar a los equipos rivales.
En 1995 Sudáfrica fue la sede de la Copa Mundial de Rugby de 1995 y el líder pacifista decidió apoyar al equipo nacional y convenció a las autoridades del Comité de Deportes Sudafricano, compuesta en su mayoría por funcionarios negros, que se unan con él en apoyo al seleccionado.
El film muestra cómo empieza a cambiar en los sudafricanos su visión del deporte a medida que los jugadores comparten sus experiencias deportivas. El apoyo de los "Springboks" empieza a crecer en la población negra.
El equipo llegó a la final de la Copa Mundial y enfrentó al conjunto de Nueva Zelanda, los "AllBlacks". Antes del partido, los "Springboks viajaron a la Isla Roben, donde Mandela pasó la mayor parte de sus 27 años de prisión.
El 24 de junio de 1995, Sudáfrica le ganó 15-12 a Nueva Zelanda ante 63 mil personas y ocurrió algo que nunca había sucedido: negros y blancos festejaron el triunfo, unidos.
Mandela fue a la final vestido con la camiseta de los Springboks y les obligó a los jugadores de la selección a cantar el himno negro.
Un verdadero símbolo del deporte africano que quedó grabado en una película.