Investigan si mataron a un gendarme por una apuesta de 500 pesos
Así surge de la causa que investiga el brutal e inexplicable crimen del gendarme Julio César Solis, en Sarandí.
La justicia investiga si a un gendarme lo asesinaron como parte de una apuesta de 500 pesos que hizo un sospechoso del crimen con otro vecino de su barrio.
Así surge de la causa que investiga el brutal e inexplicable crimen del gendarme Julio César Solis, en Sarandí.
En la causa hay dos detenidos, uno de 17 años, y el otro de 19. De acuerdo con las fuentes consultadas por Justiciacero.com, el de 19 años, se despegó del homicidio y mandó al frente al otro acusado.
En una "especie" de autoincriminación, el detenido de 19 años dijo "yo no tuve nada que ver. El moco se lo mandó él". "Fuimos a dar uan vuelta con la moto. De repente él empezó a los tiros. Le pregunté qué hacía y me dijo 'a estos negros los mató. ¿Qué me importa?".
Los dos sospechosos del crimen fueron detenidos en la villa El Sapito de Lanús.
Ambos quedaron a disposición de la fiscalía de menores de Lomas de Zamora. El chico de 17 años, habría admitido ante el fiscal su participación en el crimen.
También se investiga si el gendarme Solís fue asesinado "por diversión"."Al gendarme le tiraron por tirar, por diversión. No hay nada extraño detrás. Pasaron con la moto y le tiraron", dijo otra fuente del caso.
La autopsia al cadáver arrojó que al oficial lo mataron de un tiro que ingresó por el cuello, cuya bala le perforó un pulmón y salió por la espalda.
En tanto, la principal hipótesis indica que los asesinos tiraron al bulto por razones que se desconocen, debido a que ni siquiera habían sido demorados en el puesto de control cuando abrieron fuego contra los tres gendarmes que estaban en dicho lugar.
El hecho ocurrió en madrugada del sábado cuando el gendarme Julio César Solís (32), junto a dos compañeros, estaba en Suipacha al 2000 de Sarandí, donde realizaban un operativo de interceptación.
En tanto, la principal hipótesis indica que los asesinos tiraron al bulto por razones que se desconocen, debido a que ni siquiera habían sido demorados en el puesto de control cuando abrieron fuego contra los tres gendarmes que estaban en dicho lugar.
El hecho ocurrió en madrugada del sábado cuando el gendarme Julio César Solís (32), junto a dos compañeros, estaba en Suipacha al 2000 de Sarandí, donde realizaban un operativo de interceptación.
Se trata del tercer ataque a gendarmes en menos de un mes. Otro oficial fue asesinado cuando participaba de un operativo en la autopista Buenos Aires-La Plata.