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Investigan a la esposa y la suegra de José López: sospechan que están implicadas en el escándalo del convento

La Justicia ordenó la revisión de no sólo las llamadas efectuadas por el ex funcionario, sino también las de las dos mujeres.

El juez federal Daniel Rafecas pidió el peritaje de los contactos telefónicos de la esposa de José López, María Amalia Díaz, y de su suegra, Lucila Amalia Corvalán de Díaz, pues sospechan que fueron las últimas personas que se contactaron con el ex secretario kirchnerista antes de que intentara esconder U$S 9 millones en un convento.

El pedido judicial a las compañías de telefonía y a la Comisión Nacional de Comunicaciones responde a la hipótesis de que alguna de ellas pudo haber motivado la escandalosa maniobra de López.

"Alguna de ellas puedo haberlo alertado de un allanamiento y eso lo llevó a intentar ocultar la plata", estiman fuentes cercanas a la causa, según cuenta Perfil.

Así, Rafecas le dio vía libre al fiscal Federico Delgado, para que analice "celdas, antenas y cualquier otro elemento que considere, dentro del período que estime pertinente, así como la realización de cualquier otra diligencia que fuese relevante en el mismo sentido".

Las dos mujeres ya habían estado involucradas en investigaciones judiciales, también a cargo del juez, en torno al ex secretario kirchnerista en 2008, época en la que ejercía su función pública.

Es que entre 2003 y 2008 la declaración jurada de López evidenciaba un aumento del patrimonio de 449 por ciento, y el grueso del incremento radicaba en los activos de La Araceliti SA, firma que el matrimonio fundó en sociedad.

Finalmente las pruebas de aquel entonces no alcanzaron para que Rafecas lo citara a indagatoria, pero la duda de este precedente lo empujó a dictar la inhibición general de sus bienes pero también los de su esposa y su suegra. Las propiedades de las mujeres también fueron allanadas.