Inundaciones en La Plata: la miseria de las estadísticas truchas

Diario Veloz publicó entonces lo siguiente. ¿Sonaba catastrófico? Era la realidad que ahora el Juez Contencioso Luis Arias está corroborando. Decíamos el 13 de abril pasado en un informe titulado: Si los muertos no caminan, ¿porqué 60 policías vigilan la morgue platense?.

 "(...) La morgue de La Plata esconde un secreto a voces entre los policías bonaerenses.  Ellos saben, aunque no lo digan oficialmente, que hay 60 uniformados custodiando que nadie ingrese, aunque sean hombres de la Justicia".

Y más adelante rematábamos: "¿Qué dicen los policías murmurando al oído? Que en verdad hubo muchos más muertos, dicen arriba de los cien, pero al ser indocumentados forman parte de la legión de N.N. que no entran en las estadísticas, por su aspecto parecieran ser "homeless" (gente que vivía en situación de calle) y otros extranjeros de países vecinos que no gestionaron la documentación".

¿Qué diferencia hay entre una cifra oficialmente menor y la que ahora podría considerarse más cercana a la realidad?

Más allá del efecto psicológico en la sociedad, hay otro factor que tiene que ver con que al ser considerada "catástrofe" aquellas inundaciones, el Estado tiene la obligación  de indemnizar a los familiares y a las víctimas, y no en cambio  darle asistencia crediticia que después debe ser retornable.

Por eso se fueron escondiendo la realidad del total de muertos, haciendo tiempo hasta que nadie se acordara del luctuoso suceso.

Ni Guillermo Moreno entregó los millones de pesos a las víctimas, ni nadie investigó el negociado de aquellos que vendieron entre las víctimas los colchones y frazadas donadas por miles de solidarios.

Hay fotos y testimonios de aquella miseria humana de gente ofreciendo a cambio de dinero los efectos donados, y haciéndolo con pecheras políticas para sacar un rédito ruin con esa acción. Si hubo militantes de "La Cámpora" vendiendo aquellos colchones, ya parece cosa de otros tiempos.

Diario Veloz no se hizo eco de rumores sino comprobó en el lugar de los hechos la impresionante movilización policial para que nadie cruzara los umbrales de la morgue de La Plata. El secreto aquel lo corroboró el juez Arias hace unas horas. Los muertos por aquella catástrofe fueron muchos más de los anunciados oficialmente. No estábamos equivocados y volvimos a informar con fidelidad a nuestros lectores.

Ahora bien, lo que también se percató el Juez Arias es que muchos de esos cuerpos que estaban en la morgue ya parecían irreconocibles.

Si estaban en avanzado estado de descomposición, ¿significa acaso que los dejaron pudrir intencionalmente, o la morgue de La Plata también tomó la costumbre como esos supermercados de apagar las heladeras en horario nocturno para ahorrar electricidad?

Cualquier respuesta conduce a un mismo camino de vislumbrar el estado de miseria humana con que se trata a la población más vulnerable de la Argentina.

Porque los cadáveres N.N. de esa morgue pertenecen a indigentes, a personas por las que nadie reclamó jamás. Linyeras, mendigos, harapientos, gente en situación de calle u olvidados por sus familiares.

¿La ayuda prometida a casi un año de la catástrofe? Ya imaginás la respuesta, no hace falta que te la demos nosotros.