Intuición de madre: pidió que le hicieran cesárea pero no la escucharon y su bebé murió
Ramona advirtió a los médicos que su bebé no se movía, le dijeron que "era dormilón" y la mandaron a su casa. Desesperada cambió de hospital pero fue demasiado tarde.
Ramona Samaniego cuenta con tristeza y bronca cómo los médicos la degradaron y no salvaron la vida de su bebé. Estaba embarazada de 10 meses y pidió que le realizarán una cesárea porque sentía que su hijo estaba en peligro, no la escucharon y nació sin vida.
"Les insistí para que hicieran nacer a mi hijo, pero me contestaron que estaba ansiosa por ser madre primeriza y que mi bebé no se movía porque era dormilón. Ellos dejaron pasar más tiempo de lo que debían", contó Ramona sobre el Hospital Penna al diario Crónica.
El relato de Ramona resalta la desatención que recibió y su efecto mortal: "Mi embarazo había llegado a los 10 meses. Les remarcaba a los médicos el día de mi última menstruación y no me creían. Hasta las ecografías de ellos les daba como resultado que estaba embarazada de más semanas de lo que ellos pensaban", y agregó: "Les dije que yo vomitaba porque mi bebé no tenía lugar. Llegué a tener contracciones cada 2 minutos y la obstetra (de apellido Tepper según lo que cuenta Ramona) me respondía que podía tener en una hora hasta 10 contracciones".
Sin obtener la ayuda que pedía Ramona fue a otro hospital, el Hospital Evita de Lanús: "Tuve contracciones nuevamente y no fui al Penna porque no quería que me dijeran lo mismo de siempre. Me dejaron internada y se dieron cuenta de que el latido de mi bebé no se escuchaba. Me llevaron de urgencia a la sala de parto y ahí salvaron sólo mi vida. Él ya había muerto, no podían hacer nada".