Intervendrán la Casa de Moneda
La falta de billetes que se registra desde mediados de diciembre, y que aún afecta a algunas ciudades del país, especialmente a lugares de veraneo, provocó ya consecuencias en el Gobierno, que avanzará en los próximos días en una virtual intervención de la Casa de Moneda.
Incluyendo el posible desplazamiento del directorio de la entidad y el anuncio de un plan de inversiones para levantar una nueva planta de impresión de billetes. La decisión ya estaría tomada, y se esperará al regreso de la presidente Cristina de Kirchner de Turquía para que se conozca la novedad. Con estos movimientos, el Gobierno quiere adelantarse a la posibilidad de una nueva crisis por la falta de billetes y prever cualquier tipo de eventualidad antes de las elecciones de octubre.
El primer paso en los cambios sería el desplazamiento del titular del organismo, Ariel José Rebello, hombre que llegó al organismo en 2009 luego de ser jefe de asesores del secretario de Hacienda Juan Carlos Pezoa, en los días en que éste era un funcionario de máxima confianza personal de Néstor Kirchner (ver nota aparte). Con Rebello serían desplazados, además, otros integrantes del directorio, sustituidos en su mayoría por hombres y mujeres cercanos al ministro de Economía.
La jefa de Estado habló ayer telefónicamente desde Qatar con Amado Boudou sobre los cambios, dando vía libre a los movimientos pensados por el ministro de Economía; pero con la condición de que los anuncios oficiales esperen a su regreso. Además, la Presidente ordenó que el caso no aparezca ante la opinión pública como un simple desplazamiento de funcionarios, sino como la intención oficial de cambiar radicalmente la estrategia de impresión monetaria. El propósito es que hacia adelante, no exista más necesidad de recurrir a licitaciones locales o externas, y que la impresión de dinero, bonos nacionales o provinciales, y documentación pública sea atribución directa y exclusiva del Gobierno. Virtualmente, se trataría de una estatización de toda la impresión de billetes y monedas, y se mostraría ante el público como otro éxito del avance del Estado nacional. En paralelo, la idea es plantear que los últimos problemas de escasez se debieron al error de recurrir al exterior (la Casa de Moneda de Brasil) o a los privados. Obviamente no se reconocerá que parte de las dificultades corresponde a la inflación y a la decisión del Gobierno de no imprimir billetes de 200 pesos, lo que indirectamente sería aceptar el alza de los precios.
Para reemplazar a Rebello, Boudou tiene en mente a su propia tropa. La idea es que arribe a la Casa de Moneda Katya Daura, conocida del ministro de Economía por desempeñarse como gerenta de Prestaciones de la ANSES. También podría ocupar el cargo el vicepresidente de la Casa de Moneda, Juan Tristán, conocido de Boudou por ser ambos oriundos de Mar del Plata.
El de Rebello sería, además, el segundo movimiento como consecuencia de la escasez de billetes. Hace unos días, Marcó del Pont y el directorio del Banco Central decidieron desplazar al subgerente general de Medios de Pago del Banco Central, Edgardo Fabián Arregui.
Sobre la Casa de Moneda, el Gobierno espera hacer un anuncio aún más importante: el lanzamiento de un plan de inversiones que incluye la habilitación de una nueva planta de impresión dedicada exclusivamente a billetes de circulación dentro del país. Según la visión oficial, el dinero que podría confeccionar la Casa de Moneda sería de máxima calidad, y no hubiera sido necesario recurrir a Brasil para cumplir con la producción de efectivo.