Interrogantes en el tramo decisivo de la campaña
* Por Raúl Vives. Los pronósticos políticos siguen siendo la comidilla de todas las conversaciones de negocios.
La campaña presidencial ha entrado en un tramo decisivo, y luego de Santa Fe y capital federal, los interrogantes giran alrededor de la posibilidad que los comicios del 24 de octubre desemboquen en una eventual segunda vuelta. Este escenario abre una instancia inesperada.
¿Quién asumiría si Cristina Kirchner no ganara, como dicen las encuestas? No hay certezas, solo especulaciones.
La política también sacude al presidente Barack Obama. ¿Las desavenencias con los republicanos llevarán a la primera potencia a entrar en default? No existe allí un problema económico, sino la ausencia de un acuerdo entre demócratas y republicanos para ampliar un límite de deuda.
La hipótesis de un Tesoro norteamericano insolvente no parece una situación viable. ¿Cuanto daño provocaría al dólar, la moneda de reserva por excelencia, y a la economía mundial?
Sin embargo, la crisis está a mano y cada vez más cerca. El Banco Mundial, el FMI y otros líderes han manifestado su preocupación por los efectos negativos sobre todo el planeta.
Pero la salida sigue estando en manos del Congreso norteamericano, en donde la política extiende los plazos y tensa la situación hasta límites difíciles de pronosticar.
¿Cómo afectaría a la Argentina? Hay también hipótesis y pronósticos, ninguno favorable.
DIAGNOSTICOS
Volviendo sobre las cuestiones locales, en julio han comenzado a alumbrar algunos diagnósticos sobre la economía del 2012 y propuestas técnicas sobre como enfrentar las dificultades que recibirá el próximo gobierno. La inflación y el retraso cambiario son dos de los problemas a resolver. En términos de la realidad de hoy, se trata de encontrar una salida no traumática a la evolución futura de las tarifas y el precio del dólar.
Con respecto a las tarifas, la gestión kirchnerista ha sostenido una política que se ha tornado insostenible en el tiempo y cada vez más costosa. La decisión política de mantener congeladas las tarifas durante años llevó a un crecimiento exponencial de los subsidios.
Hacia mediados de la gestión de Néstor Kirchner, los subsidios a luz, gas y transporte sumaban algo más de 6.000 millones de peso. Este año esa cifra se habrá multiplicado más de 12 veces.
En varias oportunidades hubo intentos de ajustar estas tarifas, pero ante el rechazo social, la administración de Cristina Kirchner dio marcha atrás.
Si se eliminaran los subsidios actuales, el boleto de colectivos debería multiplicarse por cuatro, igual que la tarifa del subterráneo, y el gas por una vez y media.
La dificultad política con las tarifas es que cada vez absorben más recursos y ponen en riesgo la estabilidad fiscal. La segunda dificultad es que sin el ancla de las tarifas, habría otro factor inflacionario y de erosión de los ingresos, en especial de los sectores de menores ingresos.
DOLAR
En cuanto a la evolución del dólar, existe una presión por el lado de las expectativas y que explica la fuga de capitales, estimada entre 60 y 70 mil millones desde la crisis con el campo.
Pero también existe una dificultad económica. La Argentina hoy es muy cara en dólares y esa situación afecta la competitividad de su producción. No es casualidad que en lo que va del año las importaciones aumentan a un ritmo cinco veces mayor que las exportaciones.
Los precios récords de la cosecha y una producción cercana a las 100 millones de toneladas salvan el año y la necesidad de los dólares que financian la fuga de capitales y las reservas que necesita el Banco Central.
¿Pero ésto se repetirá en el 2012? No hay indicios de que los precios del trigo, maíz o soja tengan otra recuperación de precios como la ocurrida en el último año.
La economía mundial no podría digerir una inflación de esa naturaleza. Pero como el clima también puede ser una noticia económica, los pronósticos para el año próximo suenan positivos y hay expectativas de que la cosecha de granos aumente 10% y compense la pérdida de precios con ese mayor volumen.
DECISION POLITICA
Puede que el próximo gobierno use esa facilidad para encaminar los desequilibrios macroeconómicos, o para persistir en ellos. Será también una decisión política. En cualquier caso, no habría que olvidar que más tarde o más temprano, la economía se cobra los errores de gestión y los costos se miden en perdida de ingresos, empleo y aumento de la pobreza.