Interesante iniciativa empresarial

A Mendoza nadie le regaló nada. La naturaleza le entregó un clima inhóspito, con inviernos crudos y veranos sofocantes, mientras las escasas precipitaciones anuales generaron un ambiente desértico en todo su territorio. En esa tierra hostil, sólo la mano del hombre pudo modificar las variables y convertirla en fértil y productiva. Utilizó con criterio el agua de la montaña, la canalizó y a partir de allí surgieron los distintos oasis que crecieron a lo largo de los ríos.

Ese ámbito de lucha constante contra las inclemencias de la naturaleza también forjaron hombres de carácter, que fueron constituyendo una cultura del esfuerzo. En ese marco, Mendoza creció económicamente hasta convertirse en un verdadero ejemplo para el país. Ese fue también el ámbito propicio para que creciera una dirigencia -política, sindical y empresarial- que tuvo como objetivo la defensa de los intereses provinciales frente a los recurrentes avances de la Nación.

Hubo dirigentes empresarios que, mas allá de sus intereses particulares bregaron para lograr posicionar a Mendoza en los primeros planos a nivel nacional y paralelamente entidades gremiales empresarias con objetivos claros y precisos.

Sin embargo, la época de los 90 constituyó una bisagra perjudicial para la provincia. Prácticamente se diluyó ese objetivo que tenía al crecimiento de la provincia como principal objetivo, para pasar a priorizar intereses particulares o grupales. Algunas entidades sobrevivieron contra viento y marea, pero su importancia relativa se fue perdiendo por el clima social dominante y las nuevas que surgieron sólo estaban destinadas a actividades específicas sin pensar a la Mendoza global.

Sin embargo, en los últimos días se anunció la creación de una nueva entidad, la Unión de Entidades Empresarias de Mendoza, que se ha fijado como objetivo concreto el de rescatar al empresariado mendocino, priorizando la libertad de empresa y dejando de lado el espíritu corporativo, para colaborar en el bien  común de Mendoza y los mendocinos todos.

No es una decisión apresurada ni tiene relación con el año electoral, en razón de que se viene gestando desde 2009 a través de infinidad de encuentros. El nuevo organismo cuenta con el apoyo de las entidades más importantes del quehacer económico local.

Y es valioso que fijara  en primer término los planes y propuestas, dejando para después la designación de autoridades. Los objetivos a cumplir resultan también interesantes porque buscan promover acciones y legislación para el desarrollo integral, sostenible, equitativo y armónico de Mendoza; promover la propiedad privada y los principios de libertad económica y en ese marco salvaguardar los genuinos intereses de la libre empresa, incluida la seguridad jurídica, en el marco de la legislación vigente y desarrollar la capacitación de calidad, que ponga al servicio de Mendoza los conocimientos más actuales, con rigurosidad académica y alto sentido práctico, entre otros aspectos.

Si se cumplen esos objetivos, la nueva entidad puede llegar a constituir un paso muy importante para recuperar y rescatar la importancia que el empresariado mendocino tuvo a través de la historia, colaborando para que Mendoza alcanzara un lugar superlativo en los ámbitos económicos del país y que fuera puesta como ejemplo de un pueblo perseverante capaz de hacer frente a cualquier tipo de adversidades.