Insumos en una economía circular

Ante la difusión de información errónea, que asume posiciones ideológicas lideradas por algunos referentes partidarios con el objetivo de sembrar dudas y causar miedo en los sectores más vulnerables de la población, queremos ser muy claros al respecto: la tarea social, productiva y sumamente digna de los recicladores urbanos y sus cooperativas de trabajo no se ve limitada ni afectada de ningún modo por el nuevo decreto, que está orientado a insumos de la industria para requerimientos específicos y con altos estándares de control ambiental.

Nos referimos al decreto 591/19, que publicó el Gobierno nacional el último 26 de agosto, que actualiza una normativa de 1992 sobre la importación de insumos para la producción industrial y que bajo ningún aspecto flexibiliza controles ni va en perjuicio del ambiente.  

La norma de 1992 exigía para la importación un certificado de inocuidad sanitaria y ambiental en origen que ya no emite ningún país. La presente modificación reemplaza esa exigencia por la aplicación de estándares comunes internacionales más actuales.

De esta manera, el Gobierno nacional, para autorizar su importación, establece las condiciones que deben cumplir las mercancías sobre la base de normas técnicas de calidad aplicadas hoy en el mundo.

Reafirmamos que la tarea de los recicladores, a partir de insumos provenientes de residuos urbanos, es de vital importancia. Valoramos no solo el trabajo que realizan sino también la concientización en cuanto al cuidado del ambiente. El mencionado decreto no interfiere al respecto, ya que hace referencia a residuos valorizados tecnológicamente que pasan a ser insumos en cadenas productivas específicas, de una magnitud e impacto mínimo en comparación al volumen disponible y requerido de reciclado urbano.

El objetivo a largo plazo es tener una cadena productiva más sustentable dentro de una economía circular y virtuosa. Por eso, desde el programa de Ciudades Sustentables, dependiente de la secretaría de Gobierno a mi cargo, promovemos buenas prácticas en los gobiernos locales a través de distintas políticas públicas. En este marco, trabajamos en acciones en las que incluimos a los recuperadores urbanos como agentes solidarios y responsables en el cuidado de la casa común.