Insultos y empujones en el hall del Monumental
Unos 250 hinchas de River Plate exteriorizaron su enojo hacia la Comisión Directiva, especialmente a la figura del presidente Daniel Passarella, tras la derrota sufrida ante Racing por 1 a 0, que dejó al equipo en zona de descenso.
Nuevamente, el lugar elegido para la manifestación fue el hall ubicado en el anillo del estadio Monumental, donde los simpatizantes `millonarios` cargaron contra el titular del club, contra la CD y, en menor medida, contra los jugadores.
"Passarella botón, Passarella botón, vos sos hincha de Boca, la p... madre que te parió", entonaban los exaltados hinchas de la entidad de Núñez, que estallaron a partir de un promedio de 1,125, producto de haber conseguido 9 puntos en los primeros 8 partidos.
Alertados por la posibilidad de que se produzcan desmanes, la seguridad privada que trabaja en el club había tomado sus recaudos y procedió a colocar algunas vallas que impedían el acercamiento de los hinchas a la zona de vestuarios.
Sin embargo estas medidas de precaución sirvieron, sólo, parcialmente, debido a que algunos hinchas, más enojados, sortearon los obstáculos, se situaron dentro de la `zona prohibida` y comenzaron a cantar "el club es de los socios, el club es de los socios..."
La rápida intervención de las fuerzas policiales evitó que los desbordes se propalaran y, después de 10 minutos de gritos e insultos, el clima volvió a tornarse calmo.
"Passarella botón, Passarella botón, vos sos hincha de Boca, la p... madre que te parió", entonaban los exaltados hinchas de la entidad de Núñez, que estallaron a partir de un promedio de 1,125, producto de haber conseguido 9 puntos en los primeros 8 partidos.
Alertados por la posibilidad de que se produzcan desmanes, la seguridad privada que trabaja en el club había tomado sus recaudos y procedió a colocar algunas vallas que impedían el acercamiento de los hinchas a la zona de vestuarios.
Sin embargo estas medidas de precaución sirvieron, sólo, parcialmente, debido a que algunos hinchas, más enojados, sortearon los obstáculos, se situaron dentro de la `zona prohibida` y comenzaron a cantar "el club es de los socios, el club es de los socios..."
La rápida intervención de las fuerzas policiales evitó que los desbordes se propalaran y, después de 10 minutos de gritos e insultos, el clima volvió a tornarse calmo.