Sociedad
Insólito: Marie Kondo aseguró que ya no es "la reina del orden" y confesó que tiene su casa "desordenada"
La referente de la limpieza y la organización hogareña aseguró que su casa ya no está como siempre y que tras el nacimiento de su tercer hijo le da prioridad a otras cuestiones.
Una frase que nadie puede creer y que, al mismo tiempo, lleva al común de los mortales a una sensación de alivio: Marie Kondo aseguró que su casa está "desordenada". Si, la “reina del orden”, sorprendió a todos con una confesión: tras el nacimiento de su tercer hijo, asegura que sus prioridades cambiaron.
En su nuevo libro “Kurashi en casa de Marie Kondo: cómo organizar tu espacio y lograr tu vida ideal”, la referente japonesa se sinceró. “Me di por vencida”, dijo con respecto a la aplicación del método de limpieza que creó ella misma.
En diálogo con The Washington Post, Kondo explicó que mantener una casa minimalista y solo con artículos que “despierten alegría” es un reto cada vez más difícil de alcanzar luego de que se agradara su familia.
“Hice todo lo posible para mantener mi casa ordenada en todo momento. Pero terminé dándome por vencida. Ahora me doy cuenta de que lo que es importante para mí es disfrutar el tiempo con mis hijos en casa”, sostuvo, y añadió que ahora entiende cómo es la vida de quienes tienen hijos.
“Desde que tuve mi tercer hijo, mis manos estuvieron demasiado ocupadas para ordenar las cosas como solía hacer. Mi casa está desordenada”, reconoció.
Aunque, lejos de arrepentirse, aseguró que se siente bien con su nuevo estilo de vida. “La forma en la que paso mi tiempo ahora es la correcta si tengo en cuenta la etapa de vida que transito”, agregó.
Tras ello, la consultora en organización cambió su lema de vida:.“El verdadero propósito de ordenar no es reducir tus posesiones o despejar tu espacio. El objetivo final es despertar la alegría todos los días y llevar una vida feliz. Ordenar significa ocuparse de todas las ‘cosas’ de tu vida”, completó.
A partir de este cambio, Kondo aseguró que ahora tiene más espacio en la agenda y más tiempo para “tomar el té y estar con su esposo”.
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