Inseguridad: el problema más grave de la Argentina
Por Bárbara Cabo. La inseguridad es una realidad que sí existe en el país, y eso no es discutible. El problema está directamente ligado a la falta de aplicación de la ley.
Por Bárbara Cabo
@BarbiCabo
bcabo@diarioveloz.com
Hay ciertas cosas que en la vida no pueden ser discutidas. Por ejemplo, sería imposible negar la existencia de lluvia cuando estamos bajo ella. Partiendo de esta base, no todo es opinable sin perjuicio de la libertad de opinión que existe y no debe dejar de existir jamás. Podría sostenerse que esto es una contradicción, pero no lo es.
Ahora bien, la Argentina tiene un problema de inseguridad. Esto no es discutible. Luego analizaremos las causas, el orígen y los métodos para combatir este problema. Pero algo está claro: Si estamos de acuerdo en que en la Argentina hay un problema de inseguridad que se torna día a día mas serio, entonces estaremos en el primer paso del camino para resolver la misma.
Es verdad que el sistema de seguridad no funciona, o funciona con grandes deficiencias. Sin embargo, y más allá de ello, el mayor problema que padece el país, en mi opinión, es el retiro del sistema judicial penal del escenario social y jurídico. El sistema judicial, como todos sabemos, es la piedra angular en la cual se basa y se apoya la nación. Ahora bien, cuando los jueces que son los responsables de la aplicación de la ley y de velar para que ello ocurra no lo hacen, entonces el problema es mucho mayor de lo que creemos.
Basta con observar la cantidad de delincuentes que son reincidentes y se encuentran libres, cometiendo delitos entre nosotros. Si se llevara una estadística sobre esto nos quedaríamos mudos. Porque si algo está claro es que el sistema judicial, más allá de la normativa penal que domina, falla. Fallan en general y con las honrosas excepciones del caso, los jueces en la aplicación del mismo. Da la sensación que el sistema judicial perdió el rumbo y a esta altura no sabe muy bien hacia adonde se dirige en las tomas de decisiones concernientes a condenas y su cumplimiento por parte de los condenados. Da la sensación que no existe un norte. Entonces los fallos en general son inadmisibles y los resultados de ello un problema grave.
La inseguridad es también y casi me animo a decirlo desde un principio, la falta de aplicación de la ley para que, quien la quiebre, no pueda circular entre nosotros como uno más. Porque el delincuente no es uno mas de nosotros. Obviamente el delincuente, sin entrar a considerar delitos, no puede circular entre nosotros bajo un mismo standard social. Quien delinque debe de ser separado de la sociedad, luego deberá cumplir la pena impuesta y finalmente volverá a la sociedad para reinsertarse en la misma. No es al revés. No delinque primero, se lo "reinserta" luego y finalmente se ve si se lo condena o no. Recapacitemos sobre esto. Es necesario reflexionar sobre este problema porque si la justicia se pierde de manera definitiva, entonces habrá que pensar en fundar otra Nación.
@BarbiCabo
bcabo@diarioveloz.com
Hay ciertas cosas que en la vida no pueden ser discutidas. Por ejemplo, sería imposible negar la existencia de lluvia cuando estamos bajo ella. Partiendo de esta base, no todo es opinable sin perjuicio de la libertad de opinión que existe y no debe dejar de existir jamás. Podría sostenerse que esto es una contradicción, pero no lo es.
Ahora bien, la Argentina tiene un problema de inseguridad. Esto no es discutible. Luego analizaremos las causas, el orígen y los métodos para combatir este problema. Pero algo está claro: Si estamos de acuerdo en que en la Argentina hay un problema de inseguridad que se torna día a día mas serio, entonces estaremos en el primer paso del camino para resolver la misma.
Es verdad que el sistema de seguridad no funciona, o funciona con grandes deficiencias. Sin embargo, y más allá de ello, el mayor problema que padece el país, en mi opinión, es el retiro del sistema judicial penal del escenario social y jurídico. El sistema judicial, como todos sabemos, es la piedra angular en la cual se basa y se apoya la nación. Ahora bien, cuando los jueces que son los responsables de la aplicación de la ley y de velar para que ello ocurra no lo hacen, entonces el problema es mucho mayor de lo que creemos.
Basta con observar la cantidad de delincuentes que son reincidentes y se encuentran libres, cometiendo delitos entre nosotros. Si se llevara una estadística sobre esto nos quedaríamos mudos. Porque si algo está claro es que el sistema judicial, más allá de la normativa penal que domina, falla. Fallan en general y con las honrosas excepciones del caso, los jueces en la aplicación del mismo. Da la sensación que el sistema judicial perdió el rumbo y a esta altura no sabe muy bien hacia adonde se dirige en las tomas de decisiones concernientes a condenas y su cumplimiento por parte de los condenados. Da la sensación que no existe un norte. Entonces los fallos en general son inadmisibles y los resultados de ello un problema grave.
La inseguridad es también y casi me animo a decirlo desde un principio, la falta de aplicación de la ley para que, quien la quiebre, no pueda circular entre nosotros como uno más. Porque el delincuente no es uno mas de nosotros. Obviamente el delincuente, sin entrar a considerar delitos, no puede circular entre nosotros bajo un mismo standard social. Quien delinque debe de ser separado de la sociedad, luego deberá cumplir la pena impuesta y finalmente volverá a la sociedad para reinsertarse en la misma. No es al revés. No delinque primero, se lo "reinserta" luego y finalmente se ve si se lo condena o no. Recapacitemos sobre esto. Es necesario reflexionar sobre este problema porque si la justicia se pierde de manera definitiva, entonces habrá que pensar en fundar otra Nación.