Ingreso para las amas de casa: derecho y necesidad
La recuperación de la economía tiene que fundarse en el logro inicial de ordenar las variables de la macroeconomía y encarar la problemática de la deuda.
La recuperación de la economía tiene que fundarse en el logro inicial de ordenar las variables de la macroeconomía y encarar la problemática de la deuda. Pero en forma simultánea el gobierno seguramente tendrá que generar las condiciones de reactivar la demanda interna para volver a dinamizar la producción nacional.
Desde ya que hay una demanda de las y los trabajadores, activos y pasivos, para que sus ingresos se equiparen a la inflación de precios que hemos tenido este año.
¿Y las amas de casa? ¿Las trabajadoras invisibles de las que bien se acordaba Evita cuando propuso que las mujeres al formar un hogar debían recibir un ingreso que fuera el respaldo del Estado por tan importante tarea? Ellas deben ser incorporadas con prioridad en este esquema de recuperación de la economía. Por otra parte las amas de casa son el mejor acompañamiento para eso, ya que son las grandes administradoras de las economías familiares.
En nuestro proyecto de programa económico para un gobierno peronista propusimos un INGRESO PARA LAS AMAS DE CASA. Lo hicimos doblemente en el sentido de valorizar y reconocer una tarea que puede parecer invisible, pero que en cuanto falta o disminuye nos enfrenta a la realidad de su enorme importancia, y también porque sabíamos que todo recurso que el Estado pone en los sectores populares, y más precisamente para ser administrado por las mujeres, redunda en eficiencia, porque es un recurso que inmediatamente se vuelca al mercado y –con las políticas adecuadas que protejan la producción nacional- impulsa el empleo y el bienestar de nuestro pueblo.
Decimos que el Ingreso para las Amas de Casa es necesidad y es derecho, es una propuesta justa y original que nace del peronismo.
Es necesidad, porque sin mercado interno no hay desarrollo. Porque el consumo de las familias asegura una importante recuperación de nuestra economía.
Es necesidad, porque está comprobado que la administración de los recursos por parte de las mujeres, es muy eficiente a la hora de satisfacer las necesidades familiares.
Es derecho, porque las mujeres hacen una tarea en la que se apoya el funcionamiento de las familias y la sociedad, que hasta ahora es poco considerada.
Es derecho, porque, como lo demuestran las Encuestas de Uso del Tiempo, la carga global de trabajo de las mujeres es muy superior a la porción de su trabajo por la que las mujeres perciben salario o alguna forma de remuneración.
El trabajo no remunerado del hogar, realizado mayoritariamente por mujeres no es generalmente considerado trabajo, pero en cada hogar se producen bienes y servicios esenciales para el bienestar humano, la reproducción y el desarrollo de las sociedades.
A pesar de que las tareas domésticas, y de cuidado, no remuneradas (cuidado de niños y niñas, ancianos, personas con enfermedades o con alguna discapacidad) constituyen un soporte fundamental al sistema económico, al producir valor agregado y bienestar social, las amas de casa son consideradas inactivas por todo el sistema estadístico y de información.
Es justo y original del proyecto nacional del peronismo. Evita, en La Razón de Mi Vida señala que las mujeres no debían ser sólo atraídas por la posibilidad de éxito y autonomía económica por su inserción en el mercado de trabajo sino que debía valorarse su trabajo en el hogar.
En la actualidad se ha instalado una discusión respecto de la importancia de las tareas de cuidado y de la necesidad de desarrollar políticas públicas para atenderlas.
Las amas de casa, entre otras, las atendemos. También lo hacen las trabajadoras domésticas, las enfermeras, las cuidadoras, las acompañantes terapéuticas, las maestras, pero todas ellas tienen como contraprestación un ingreso. El cuidado del propio hogar también debe ser respaldado por la sociedad. Así es que por ese esfuerzo y por lo que implica en orden a construir comunidad, es correcto y es necesario que las mujeres que se dedican a su hogar puedan conseguir también autonomía económica.
La autonomía económica será una herramienta fundamental para erradicar la violencia hacia las mujeres, para contribuir a integrar la participación femenina en el mundo de lo público sin tener que resignar la atención de su propia familia. Las experiencias de inclusión en la Seguridad y la Previsión Social a través de la moratoria previsional y de la Asignación Universal por Hijo y por Embarazo, han dado cuenta sobrada de la mejora en la calidad de vida de las mujeres involucradas y sus familias. Del mismo modo que los programas de ingreso destinados a madres de hijos pequeños o con discapacidad.
El peronismo hizo realidad a través de sus gobiernos la reivindicación de los derechos que a las mujeres les dieron la oportunidad de inserción en la sociedad, derechos políticos, laborales, previsionales, autonomía económica, la inclusión de las realidades familiares y las problemáticas cotidianas en el debate político, etc.
El desafío es liderar la agenda del debate de los derechos de las mujeres, considerando la premisa de que nadie se realiza en una comunidad que no se realiza y tomando las prácticas más habituales de las mujeres para construir esa comunidad: desde el amor, desde el compromiso, desde la responsabilidad, desde la solidaridad.
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