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Imputaron a una pediatra infectada de coronavirus que inició una cadena de contagio en Chaco: la pena que podría cumplir

Seis de los once pacientes en la provincia responden a la misma línea de contagio: dos mujeres que volvieron de un viaje por Europa y, al llegar, no entraron en cuarentena.

Una pediatra jubilada que contrajo coronavirus en Europa fue imputada por no cumplir con la cuarentena al regresar al país y contagiar a varias personas. Sería la responsable de iniciar una cadena con seis afectados por el virus en Chaco, donde ya se reportan 11 casos positivos de la enfermedad.

El fiscal federal Patricio Sabadini le imputó el delito de propagar una enfermedad con dolo eventual, con penas de 3 a 15 años de cárcel, según consignó el periodista Mauro Szeta. Es que la médica retirada, a pesar de su conocimiento en salud, no respetó el autoaislamiento porque no presentaba síntomas y circuló cinco días por distintos espacios sociales, como fiestas e incluso una facultad.

La cadena de contagio en Chaco

El viernes 28 de febrero regresaron al país dos mujeres provenientes de Europa. Desde España, vía Asunción, aterrizaron en Resistencia, Chaco, una madre, de 71 años, y su hija, de 34. Al día siguiente, la hija, una becaria de investigación de la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional del Nordeste con servicio activo en el Departamento de Geografía de la Facultad de Humanidades, recibió en la casa que comparte con su pareja, un hombre de 38 años, a los hijos de él: uno de cinco y otro de cuatro.

La madre, su hija, la pareja de su hija, el hijo menor de la pareja de su hija, una mujer de 64 años que tuvo contacto casual con uno de los casos importados y un hombre de 30 años que tuvo un vínculo estrecho con ésta última son las seis personas infectadas con coronavirus en Chaco, todos oriundos de Resistencia. El contagio proviene de la joven de 34 años que regresó de Europa. Una semana después de su regreso comenzó a sentir síntomas compatibles con la enfermedad y se presentó en un centro de salud. Desde entonces se encuentra en cuarentena junto a su madre, pero antes de su aislamiento había cursado una vida normal.

Ella volvió un viernes: el sábado, en la casa de su pareja, recibieron a los dos hijos del hombre de 38 años. Coincidía con el régimen de visitas coordinado con la madre. Los hermanos se quedaron a dormir y mantuvieron un contacto estrecho con la mujer que no sabía que estaba infectada ni experimentaba la sintomatología del virus. En la semana, cuando a ella le notificaron que había contraído el virus Covid-19, los dos niños quedaron en aislamiento voluntario en la casa de su madre. El martes pasado le realizaron un hisopado a ambos y el miércoles enviaron los estudios en un avión sanitario para que sean analizados en el Instituto Malbrán de Buenos Aires; el viernes 13 -el mismo día en que murió en el país el segundo paciente infectado- tuvieron los resultados: al mayor le dio negativo, al menor, positivo.

Es el primer niño diagnosticado con coronavirus en Sudamérica. María Elisa Flores, la jefa de la Dirección de Epidemiología del Ministerio de Salud de Chaco, informó, en diálogo con Infobae, que todos los pacientes de la provincia se encuentran en buen estado, en cuarentena domiciliaria y con síntomas leves, salvo la mujer de 64 años que contrajo el virus producto de un contacto casual, quien está internada en terapia con asistencia respiratoria. Las autoridades de la cartera sanitaria habían comunicado que el contagio se produjo debido a una vinculación cercana con una integrante del círculo familiar que había regresado de un país europeo con categoría de “zona de riesgo”.

“Desde la Dirección de Epidemiología y la Dirección de Emergencias Médicas estamos acompañando a esta familia desde el día uno, mediante llamadas telefónicas, mensajes a través de Whatsapp y también visitas, como la que realizamos anoche”, expresó Flores. El sábado a las 20:30, ante la demanda de la madre, una pediatra comprobó el buen estado general del menor aislado, de modo que, como sugiere el protocolo sanitario, no requiere asistencia domiciliaria.

El niño de cuatro años debería haber comenzado el ciclo lectivo en el jardín la semana pasada. Ante la creciente consulta ciudadana, tanto desde el entorno familiar como desde la cartera sanitaria desmintieron que haya asistido a clases. Cumple su aislamiento desde el sábado 7 de marzo ante la sospecha de un potencial contagio luego de que se confirmara el diagnóstico de la pareja de su padre. La madre confesó haber tenido una reunión en el jardín el jueves 5 de marzo, por lo que la cartera sanitaria autorizó el aislamiento preventivo por catorce días de los tutores y profesionales que hayan participado del encuentro.

“No quieren suspender las clases cuando si hay niños en riesgo, pasan a ser transmisores. Si bien a ellos les agarra como una gripe simple, no deja de ser un problema mayor porque pueden afectar a quienes tienen enfermedades crónicas”, expresó la madre en diálogo con medios locales, donde también manifestó su malestar con la respuesta de las autoridades médicas de la provincia. “Nos tratan como leprosos -dijo-. No nos dan comprobante de nada, solamente me dan las noticias por teléfono”. Reveló que solo dos veces agentes sanitarios visitaron su domicilio y calificó de “esporádica” la comunicación telefónica con los responsables pediátricos.

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