Imputan a siete rugbiers por lesiones y daños
Un joven y dos amigas fueron agredidos por jugadores de un club de rugby de la ciudad mendocina de San Rafael.
Siete jugadores de un club de rugby porteño fueron imputados en una causa que los investiga por "lesiones y daños", tras una feroz golpiza que recibió un joven y dos amigas a la salida de un boliche bailable en la ciudad mendocina de San Rafael.
Se trata de jugadores de la cuarta división de rugby del Club Sociedad Hebraica de Buenos Aires, quienes fueron imputados por el fiscal Alejandro Celeste, acusados de haber golpeado a tres personas y haber provocado daños en el vehículo particular de una de las víctimas.
Asimismo, tras varias horas de estar demorados en una comisaría, resolvió otorgarles el permiso para regresar a Buenos Aires por no poseer antecedentes policiales, aunque deberán regresar cuando se lo disponga en el proceso judicial.
Los rugbiers imputados habían llegado a San Rafael en un grupo de cuarenta jugadores de la cuarta división del Club Sociedad Hebraica de Buenos Aires para jugar partidos amistosos con equipos locales, y el fin de semana concurrieron a bailar al boliche `Plan B´, en San Rafael, al sur de Mendoza.
Allí, tras discutir con un joven mendocino que habría encontrado a uno de ellos bailando con su ex novia, agredieron al chico mendocino y a dos de sus amigas en la playa de estacionamiento, donde también destrozaron su automóvil marca Renault 11.
Según relató la víctima y sus dos amigas, los rugbiers se treparon al auto y, mientras algunos destrozaban a puñetazos y patadas todos los vidrios, otros sacaron al joven del auto y le dieron una feroz golpiza.
Producto de los golpes recibidos, quedó hospitalizado Paulo Emanuel Castro, de 25 años, quien sufrió politraumatismos y fue internado en el cuarto piso del hospital Schestakow.
Además, resultaron heridas María Maida Olarte (24), que sufrió herida cortante en una de sus piernas, y María Celina Bordoni (24), que también padeció politraumatismos.
Finalmente, la llegada de los uniformados fue lo único que calmó a los deportistas.
Los investigadores intentan determinar ahora si otros integrantes del plantel de rugby que también estaban presentes en el boliche participaron de la pelea y de los destrozos dentro y fuera del local bailable.