Impresionante: un asteroide se desintegró sobre África y fue descubierto unas horas antes de que se estrellara con la Tierra
El cuerpo celeste fue detectado por primera vez apenas unas horas antes de colisionar con nuestro planeta.
Entró en la atmósfera de la Tierra a una velocidad de 17 kilómetros por segundo a las 5.44 de la tarde hora peninsular y se desintegró a varios kilómetros sobre la superficie creando una bola de fuego brillante que iluminó el cielo de la tarde, el dato impresiona.
Cuando se detectó por primera vez, ya estaba cerca de la Tierra, aunque entonces aún no se sabía que era un asteroide, de dos metros de diámetro, que venía directo hacia nuestro planeta y que acabaría desintegrándose sobre África.
El sábado 2 de junio tan solo aparecía como una mancha en una serie de imágenes de exposición larga tomadas por el telescopio Catalina Sky Survey, ubicado cerca de Tucson y operado por la Universidad de Arizona, en la órbita de la Luna. Esas imágenes se mandaron al Minor Planet Center, en Cambridge (Massachusetts, EE.UU.), el organismo internacional oficial responsable de la designación de todos los cuerpos menores del sistema solar, que fue el que calculó su trayectoria y previó que iba a impactar contra la Tierra en cuestión de horas.
Llamado 2018 LA, su tamaño, pequeño, hacía prever que se desintegraría sin suponer un peligro en la atmósfera de la Tierra. Aunque no había suficientes datos de seguimiento para realizar con anticipación predicciones precisas, los científicos calcularon una franja de posibles localizaciones que se extendía desde el sur de África a través del Océano Índico y hasta Nueva Guinea. Según ha confirmado la Nasa, los informes de una brillante bola de fuego sobre Botswana, África, a primera hora de la tarde del sábado coinciden con la trayectoria prevista para el asteroide.
Finalmente, el 2018 LA entró en la atmósfera de la Tierra a una velocidad de 17 kilómetros por segundo a las 5.44 de la tarde hora peninsular y se desintegró a varios kilómetros sobre la superficie creando una bola de fuego brillante que iluminó el cielo de la tarde. El evento fue presenciado por varios observadores y fue captado en webcam:
"Este fue un objeto mucho más pequeño de lo que tenemos la tarea de detectar y advertir", dijo Lindley Johnson, Oficial de Defensa Planetaria en la sede de la Nasa. "Sin embargo, este evento del mundo real nos permite ejercer nuestras capacidades y da cierta confianza de que nuestros modelos de predicción de impacto son adecuados para responder al impacto potencial de un objeto más grande".