Imperios de juguetes y una ilusión intacta a lo largo de los años
Entre los más famosos, estuvieron Harrods y Gath & Chaves. La primera tuvo aquí su única sede fuera de Londres y la segunda llegó a tener gran cantidad de sucursales y un total de seis mil empleados.
Antes de los shoppings, existieron en Buenos Aires las tiendas por departamentos, verdaderos bazares de ilusión para grandes y chicos.
Entre los más famosos, estuvieron Harrods y Gath & Chaves. La primera tuvo aquí su única sede fuera de Londres y la segunda llegó a tener gran cantidad de sucursales y un total de seis mil empleados.
Ambas, se destacaban en aquella primera calle con vidrieras transparentes e iluminadas. Hablamos de Florida, claro, que empezó siendo de barro y terminó ubicándose como la preferida de la porteñidad elegante de la Belle Epoque.
Ambas tiendas tenían la particularidad de recibir a Papá Noel y a los Reyes Magos durante las Fiestas, verdadero suceso que algunos de los que hoy peinan canas todavía recuerdan con nostalgia. 
Silvia Shocron, secretaria de la Unión de Comerciantes de Villa del Parque, integrante de Fecoba y titular de Jugueteria Yamanca, cuenta que desde hace más de 30 años y hasta el día de hoy "viene Papá Noel a nuestro comercio". 
"Para que la magia de la Navidad no se pierda ponemos un buzón donde los niños pueden depositar sus cartas. Disfruto la carita de felicidad que ponen los niños al ver que viene la carroza con Papá Noel y de los Reyes. Es importante no olvidarnos de la ilusión de la infancia", agrega. 
Si bien no siempre el juguete más costoso es el preferido (por no mencionar cuántas veces terminan jugando con la caja que lo contiene) el juego es parte fundamental del proceso de crecimiento y de integración al mundo adulto.
Barrilete, Trompo y Yo-Yó ayer; coches teledirigidos y monopatines hoy, lo cierto es que hay clásicos que nunca desaparecen: rompecabezas, memotest, autos y muñecas.
"Los juegos de mesa unen a la familia, los muñecos recrean historias y los disfraces permiten dramatizar o crear historias. Dependiendo de cómo entregamos ese juguete es cómo lo recepciona el niño. Interactuar con ellos un rato marca la diferencia", afirma Shocron. 
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