Igualdad con polémica y escándalo entre Boca y Olimpia
Boca Juniors empató 2 a 2 ante Olimpia con un penal indebidamente cobrado por el árbitro Espinoza y a raíz de ello los futbolistas paraguayos se retiraron del campo de juego.
Es que no quedaba "nada" de partido y Olimpia se llevaba con justicia la victoria, ya que había sido superior en algunos tramos del encuentro, cuando un centro desde la izquierda pegó en el costado izquierdo del cuerpo del ex Boca Juniors, el uruguayo Alexis Rolín, y sorpresivamente Espinoza cobró penal.
Las inmediatas protestas de los visitantes fueron el prolegómeno de lo que vendría minutos después, ya que Walter Bou pateó una 'masita' a la izquierda del arquero Víctor Centurión, que se lanzó sobre el balón pero adelantándose casi dos metros, lo que derivó en que la pena debiera ejecutarse nuevamente.
En esa acción sí estuvo acertado el árbitro, pero como era hija de una madre inexistente, los ánimos de los paraguayos se exaltaron aún más y el defensor Claudio Vargas vio la tarjeta roja por protestar, mientras los parciales de Olimpia que se habían dado cita comenzaron a arrojar proyectiles al campo de juego, uno de los cuales golpeó sin mayores consecuencias al volante 'xeneize' Pablo Pérez, que estaba entre los suplentes.
Y así, mientras Walter Bou ejecutaba ahora a la derecha del arquero, que volvió a lanzarse sobre su izquierda, y convertía el empate, los jugadores de Olimpia empezaban a ensayar la retirada sin esperar la definición por tiros penales que definía el resultado del cotejo.
De esta manera finalizó entonces un partido que había concitado la atención de 24.000 aficionados que colmaron el estadio 23 de Agosto (lleva ese nombre en homenaje al histórico "éxodo jujeño" de ese día de 1812) y alentaron como si se tratara de un partido por los puntos y con todos los titulares en ambos bandos.
Sin embargo se trató de un amistoso que no terminó ni se jugó como tal y careció de la presencia de figuras como Carlos Tevez, mientras que se produjeron en las huestes de Guillermo Barros Schelotto las presentaciones de jóvenes promesas contratadas por la directiva boquense como el arquero Axel Werner y el delantero Nazareno Solís.
En cuanto al desarrollo en sí de los 90 minutos, fue equilibrado, con llegadas claras por parte de ambos equipos, al punto que a los 7 minutos ya se habían sacudido las redes de ambos arcos merced a los cabezazos de Julián Benítez primero para los paraguayos y Darío Benedetto después para los 'xeneizes'.
Posteriormente el visitante manejó mejor la pelota que su rival, ya que Boca recurrió al pelotazo en varios momentos del juego y eso dificultó sus chances de llegar con claridad al arco rival.
Por contrapartida los franjeados, cada vez que llegaron generaron peligro en torno al arquero debutante Axel Werner, que empezó dubitativo como en el segundo tanto olimpiense de William Mendieta a los 38 minutos del período inicial.
Después llegó un segundo tiempo con las mismas características del primero, vale decir Olimpia manejando el ritmo de partido y Boca replicando sin demasiados pruritos, hasta que Espinoza quiso salvar la noche con los penales, a los paraguayos no les gustó, y lo que había sido una fiesta terminó en un escandalete absolutamente innecesario.
Fuente: Télam
Las inmediatas protestas de los visitantes fueron el prolegómeno de lo que vendría minutos después, ya que Walter Bou pateó una 'masita' a la izquierda del arquero Víctor Centurión, que se lanzó sobre el balón pero adelantándose casi dos metros, lo que derivó en que la pena debiera ejecutarse nuevamente.
En esa acción sí estuvo acertado el árbitro, pero como era hija de una madre inexistente, los ánimos de los paraguayos se exaltaron aún más y el defensor Claudio Vargas vio la tarjeta roja por protestar, mientras los parciales de Olimpia que se habían dado cita comenzaron a arrojar proyectiles al campo de juego, uno de los cuales golpeó sin mayores consecuencias al volante 'xeneize' Pablo Pérez, que estaba entre los suplentes.
Y así, mientras Walter Bou ejecutaba ahora a la derecha del arquero, que volvió a lanzarse sobre su izquierda, y convertía el empate, los jugadores de Olimpia empezaban a ensayar la retirada sin esperar la definición por tiros penales que definía el resultado del cotejo.
De esta manera finalizó entonces un partido que había concitado la atención de 24.000 aficionados que colmaron el estadio 23 de Agosto (lleva ese nombre en homenaje al histórico "éxodo jujeño" de ese día de 1812) y alentaron como si se tratara de un partido por los puntos y con todos los titulares en ambos bandos.
Sin embargo se trató de un amistoso que no terminó ni se jugó como tal y careció de la presencia de figuras como Carlos Tevez, mientras que se produjeron en las huestes de Guillermo Barros Schelotto las presentaciones de jóvenes promesas contratadas por la directiva boquense como el arquero Axel Werner y el delantero Nazareno Solís.
En cuanto al desarrollo en sí de los 90 minutos, fue equilibrado, con llegadas claras por parte de ambos equipos, al punto que a los 7 minutos ya se habían sacudido las redes de ambos arcos merced a los cabezazos de Julián Benítez primero para los paraguayos y Darío Benedetto después para los 'xeneizes'.
Posteriormente el visitante manejó mejor la pelota que su rival, ya que Boca recurrió al pelotazo en varios momentos del juego y eso dificultó sus chances de llegar con claridad al arco rival.
Por contrapartida los franjeados, cada vez que llegaron generaron peligro en torno al arquero debutante Axel Werner, que empezó dubitativo como en el segundo tanto olimpiense de William Mendieta a los 38 minutos del período inicial.
Después llegó un segundo tiempo con las mismas características del primero, vale decir Olimpia manejando el ritmo de partido y Boca replicando sin demasiados pruritos, hasta que Espinoza quiso salvar la noche con los penales, a los paraguayos no les gustó, y lo que había sido una fiesta terminó en un escandalete absolutamente innecesario.
Fuente: Télam