Icardi - Wanda - Maxi: ¿un triángulo que puede terminar mal?
Hace un tiempo, un caso similar sucedió en Inglaterra, y Carlos Tévez dio su visión al respecto.
"En Argentina, John Terry estaría muerto o habría perdido las piernas". Sin ser tan drástico como Tévez en ese recordado comentario (Terry le robó la mujer a un compañero de equipo), la situación de Icardi, en nuestra tierra, sería muy similar a la del central inglés.
"Las novias de mis amigos tienen bigote" es una frase hecha casi tan repetida como los famosos "códigos" que tienen los futbolistas, que implican cubrirse unos a otros en casos de infidelidades, irresponsabilidades, o cosas peores.
La pregunta es, ¿qué hará el tiempo en la supuesta relación del delantero con Wanda Nara?, ¿qué le atrajo de ella a él?, ¿su belleza, inteligencia, o su historial de escándalos mediáticos?, ¿influirá en su carrera?
Salvando las distancias, este triángulo amoroso parece una remake del caso Ameli - Tuzzio en River, con un final ya conocido por todos. Si Icardi se enamoró una vez que Maxi López le abrió las puertas de su casa, ¿no hubiera sido bueno haber cortado ahí la relación?, ¿o ya se sentía atraído desde antes?
Hasta aquí, la reacción del rubio delantero (que, según parece, tampoco es un santo) ha sido moderada, mantuvo un perfil bajo y no dio muestras públicas de ninguna reacción pero, ¿qué hubiera pasado si estuviera compartiendo plantel con el 'traidor', como hace no mucho tiempo atrás?
En Fuerte Apache, Milán o Mumbai, lo que hizo Icardi es antiético. No enamorarse, pero sí la forma de proceder. Recién en enero, en el verde césped, se volverán a ver las caras. Sin hacer apología a la violencia, ahí Maxi podrá tomarse revancha porque (parafraseando al 'Apache'), si en vez de verde, blanca y roja, la bandera fuera celeste y blanca, hoy no podría caminar por la calle.