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Houdini y la vida después de la muerte (II)

Muchos mitos sobreviven en torno al legendario mago y su relación con el "Más Allá".

Por Enrique Márquez

@ladislaomarquez

La gran experiencia adquirida por Houdini en materia de fraudes paranormales, lo llevó a elaborar un complejo mensaje cifrado con su esposa para que quien intentara descifrarlo la dificultad no fuera menor y, si lo lograba, podría ser una eventual prueba de la comunicación de los muertos con los vivos.

El código secreto

Bess y Houdini tenían una canción predilecta cuyas estrofas incluían el nombre Rosabelle. Para formar su mensaje, decidieron sumar a este nombre una segunda palabra que debía ser obtenida a través de un código secreto de palabras claves que ellos acostumbraban a utilizar en sus presentaciones de "transmisión de pensamiento". Cada una de esas palabras tenía un equivalente numérico que a su vez representaba la posición de una letra en el alfabeto:

Pray = 1 = A Please = 6 = F

Answer = 2 = B Speak = 7 = G

Say = 3 = C Quicky = 8 = H

Now = 4 = D Look = 9 = I

Tell = 5 = E Be quick = 10 ó 0 = J

A las letras restantes que -por su ubicación en el alfabeto- les correspondían dos dígitos, se llegaba a ellas por una combinación de dos palabras claves. Por ejemplo, para la O (que es la decimoquinta letra del alfabeto) se necesitarían las palabras PRAY (1) y TELL (5); si fuera la T que ocupa el vigésimo lugar, se indicará con la combinación ANSWER (2) - BE QUICK (0) [Christopher, M. Mediums, Mystics & The Occult. Thomas Y. Crowell Company, N.Y., 1975, pp. 128-129].

De este modo, ambos convinieron que el mensaje codificado correcto debía ser: ROSABELL BELIEVE (Rosabell cree) que era la resultante de la siguiente combinación y orden de palabras claves:

Answer à B

Tell à E

Pray - Answer à L

Look à I

Tell à E

Answer - Answer à V

Tell à E

Augurio de muerte

Uno de los casos más polémicos que enfrentó Houdini en su lucha contra el fraude, sin duda fue con la Médium de Boston "Margery". Mina Crandon, tal su verdadero nombre, alcanzó suma notoriedad en el año 1924 por estar a punto de ser galardonada con un premio de U$S 2.500. Esta tentadora suma la ofrecía la prestigiosa publicación Scientific American a quien demostrara objetivamente alguna facultad paranormal y otros U$S 2.500 al primero que pudiese producir una fotografía psíquica [ver "Un premio millonario que ¿nadie quiere ganar?"].


Una apreciación apresurada tomada por el comité de evaluación y en ausencia de Houdini (que se encontraba de gira y también formaba parte del mismo), casi pone en ridículo a la comunidad científica por tamaño error. A su regreso, el implacable ilusionista puso las cosas en orden exponiendo los trucos de Margery y ganándose una nueva enemiga en su lucha contra el fraude.



Entre las lógicas manifestaciones de odio que solía recibir, precisamente hubo una de Margery quien, a través de la supuesta voz de su espíritu guía "Walter", declaró en diciembre de 1924 que a Harry Houdini le quedaba menos de un año de vida [Weltman, M. The Mysterious Death of Harry Houdini. GENII, The Conjuror´s Magazine, Vol. 53 (11), 1990, pp. 758-760]. Desde ya que, mas que una predicción fallida fue una sincera expresión de deseos. Así y todo, no pasó mucho más tiempo para que sus deseos (y los de cientos de espiritistas) se hicieran realidad.


Ese mismo año Houdini firmó un contrato para dar 24 conferencias en todo el país y en el otoño de 1925 comenzaba un tour con un show completo que incluía: Magia, Escapes y la Exposición de los Médiums Fraudulentos.



Origen de un mito sobre su muerte


Uno de los escapes más espectaculares que realizaba Houdini era el de "La Celda del Tormento Acuático". La gran ilusión consistía en una especie de gran pecera con marco metálico en la que el mago era introducido cabeza hacia abajo, con sus tobillos atrapados en un cepo y sus muñecas esposadas. Luego el tanque era completamente llenado con agua, se corría una cortina y, con gran expectativa del público, en pocos minutos aparecía Houdini liberado fuera del recipiente.



En 1953 se estrena el film "Houdini", dirigido por George Marshall e interpretado por Tony Curtis (Harry Houdini) y Janet Leigh (Bess Houdini). En dicha película, que es muy poco fiel a los verdaderos hechos de la vida real, se da a entender erróneamente que Houdini murió precisamente presentando esta ilusión. Si bien una versión televisiva posterior (1976) superó estos "descuidos" ("El Gran Houdini", protagonizada por Paul Michael Glaser y Sally Struthters), la falsa idea quedó instalada a nivel popular.



Durante 1926 Houdini trabajó intensamente y especialmente octubre fue un mes muy ajetreado. El día 7 se enfermó Bess y cuatro días después el propio rey del escape sufrió una fractura del tobillo izquierdo mientras presentaba "La Celda del Tormento Acuático Chino" en el Capitol Theatre en Albania, New York. A pesar de las recomendaciones médicas de reposo, Houdini continuó con sus funciones y, una semana después, se trasladó a Canadá para presentarse en el Princess Theatre en Montreal.



El escape que no fue

Aprovechando su estadía en dicho país, el Profesor William D. Tait, jefe del Departamento de Psicología de la Universidad McGill, le organizó -para la tarde del 19 de octubre- una conferencia sobre espiritismo.


Mientras Houdini, con mucho cansancio y dolor en su tobillo, deleitaba a su auditorio exponiendo a la médium Margery, el fakir Rahman Bey y otros farsantes, el estudiante Samuel Smilovitz (conocido como Smiley) realizó un boceto en lápiz del disertante. Una vez concluida la charla le mostró su obra a Houdini y éste, como muestra de agrado y reconocimiento, lo invitó al teatro para que el viernes próximo le realizara un retrato.



Y llegó el fatídico día. El 22 de octubre de 1926, Houdini se encontró con el joven estudiante de acuerdo a lo pactado. Smiley fue acompañado de su amigo Jack Price. Ni bien dispuestos en el camarín e iniciadas las primeras líneas del retrato, un tercer estudiante golpeó la puerta. Era Joselyn Gordon Whitehead, uno de los tantos universitarios que habían estado presentes en la conferencia de la Universidad McGill y que -durante la disertación- había consultado a Houdini sobre los milagros bíblicos. Como parte de la respuesta, le prestó un libro sobre el asunto a condición de que se lo devolviera antes de su partida. Y ahí estaba Whitehead cumpliendo con la devolución y aprovechando para insistir sobre el mismo tema religioso. Houdini no le prestó mucha atención porque, mientras Smiley le hacía el retrato, él leía su correspondencia.


En un momento dado, Whitehead interrogó a Houdini acerca de su supuesta capacidad de resistir un golpe en el estómago. Aun cuando la afirmativa del artista fue acompañada de la advertencia sobre la necesidad de una preparación muscular previa, el estudiante decidió ponerlo a prueba anticipadamente. Mientras Houdini se ponía de pie para satisfacerle la duda, Whitehead le aplicó un fuertísimo puñetazo en el abdomen y, sin tiempo de recuperación y con pleno arrebato de locura, siguió golpeándolo enfurecidamente hasta que los otros dos jóvenes lo separaron. Tal insensatez, pronto tuvo sus consecuencias.



Houdini continuó con sus funciones a pesar del intenso dolor que le quedó por estos inesperados golpes. Camino en tren a Detroit, al otro día comenzó con síntomas de fiebre que luego serían confirmados con un diagnóstico médico de apendicitis aguda. Empecinado en cumplir con su actuación nocturna a sala llena, se negó a hospitalizarse.


En la madrugada del 25 de octubre la situación ya era irresistible y a las 4.00 am fue internado en la habitación 401 del Grace Hospital. Por la tarde el Dr. Charles Kennedy le practicó una apendicectomía, pero ya el cuadro era irreversible: el apéndice estaba engangrenado y la infección se había extendido irremediablemente.


Durante una semana intentó su escape a la muerte, pero en la mañana del domingo 31 de octubre se resignó diciéndole a su hermano Theo: "Estoy cansado de luchar... Adivino que esta cosa está marchando para llevarme." (Weltman, 1990, op. cit. p. 760). Y no se equivocó, a la 01.30 pm. Houdini moría y un nuevo mito nacía.


Continuará...