Policiales
Horror en San Juan: un chico de 15 años asesinó a una jubilada a mazazos y escapó
Hebe Yolanda Leguiza tenía 71 años y murió tras agonizar toda la noche en un hospital. Su homicida está detenido. Los investigadores descartaron el robo y no entienden el por qué de semejante agresión.
Hebe Yolanda Leguiza tenía 71 años e iba caminando por la vereda este martes, en una zona céntrica de San Juan, cuando fue brutalmente atacada: el agresor, un adolescente de 15 años, la sorprendió desde atrás, le dio cuatro mazazos y huyó corriendo. Tras el aberrante hecho, la víctima fue trasladada al hospital local. Allí permaneció internada hasta la mañana de este miércoles, cuando falleció.
El episodio conmovió a la provincia. Ocurrió pasadas las 19.30, sobre las calles 25 de Mayo y Aberastain, un lugar del centro de la ciudad, por lo que la zona es muy monitoreada. Justamente, la estremecedora secuencia quedó registrada por un sinfín de cámaras de seguridad, una de ellas ilustra esta nota y las imágenes son estremecedoras.
Según informaron fuentes del caso a Infobae, el agresor de 15 años no tenía un vínculo con la víctima. El menor la atacó “sin interpretación alguna”. De hecho, la familia de Leguiza no podía concebir lo que ocurrió, ya que la jubilada no tenía enemigos, deudas ni problemas. No entiende el por qué de tal salvaje ataque.
Fueron cuatro golpes en total. Tras el primero, la jubilada quedó desplomada sobre el piso. Aún así, el atacante le dio tres mazazos más en la cabeza hasta dejar a la víctima en grave estado. Después, descartó el arma homicida y huyó corriendo hacia la zona de la peatonal.
Leguiza fue trasladada con un pronóstico reservado al Hospital Rawson, a poco más de diez cuadras del lugar del hecho. Allí fue intervenida quirúrgicamente y permaneció internada toda la noche. Falleció alrededor de las 8 de este miércoles.
El personal policial de la Comisaría 2ª arribó a la escena y secuestró la maza con mango de madera que utilizó el homicida para cometer el ataque.
En la causa, en la que interviene el fiscal Iván Grassi de la UFI de Delitos Especiales, fue descartada la teoría sobre un robo. Es que, según explicaron, el autor del hecho golpeó a la víctima y se dio a la fuga sin sustraer ningún elemento.
Tras una serie de rastrillajes, entrevistas y triangulación de antenas de celulares, sumado al análisis de las múltiples cámaras de seguridad; los investigadores lograron dar con el paradero del atacante. También resultó clave un testigo que, al notar lo que había sucedido, corrió al agresor por unas cuatro cuadras.
Así, pudieron llegar al domicilio de la madre del menor, situado en el departamento de Santa Lucía, a poco más de cinco kilómetros de la capital sanjuanina. Fue en ese momento cuando los investigadores descubrieron que se trataba de un adolescente de 15 años.
Según precisaron fuentes del caso, los padres del sospechoso explicaron que su hijo se encuentra en tratamiento psiquiátrico. Desde ese momento, fue puesto a disposición del juez de Menores, Jorge Toro.
En la propiedad, también se secuestraron las prendas de vestir que usó al momento del ataque. Es más, estaba su mochila, algo que llamó la atención de quienes tratan de esclarecer el caso: es amarilla, fucsia, violeta, verde y azul. Todos los colores son llamativos y fuertes, por lo que resultó fácil seguir su rastro por las cámaras de seguridad.
En las imágenes se logra observar toda la secuencia completa, según detallaron las fuentes. En el momento previo, el agresor se colocó guantes, barbijo y la capucha de su buzo: todo fue encontrado en la casa de su madre.
Aunque su rostro estaba tapado durante el tiempo que duró la agresión, el autor del hecho fue descubriendo su cara a medida que se alejaba de la escena. También en su huida, el adolescente daba saltos y hacía ademanes con sus manos, de acuerdo a lo detallado por las fuentes del caso.
En la investigación también interviene el personal de División Criminalística y División Delitos Especiales y de Criminalística.
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