Hipótesis de reforma para la reelección indefinida
*Por Ricardo Kirschbaum. Aunque no sea admitido públicamente y sus promotores se muestren sorprendidos por las versiones, la hipótesis de una nueva reforma constitucional está siendo estudiada por el oficialismo.
Son dos los ejes principales: la creación de un primer ministro elegido por el Parlamento o designado por el Presidente pero con la posibilidad de ser removido por los legisladores. Esta última alternativa es la que más fervor despierta entre los pocos que participan de las "tormentas de ideas". Es sabido, también, que un sistema parlamentario a la europea (quizá el modelo más estudiado sea el alemán) es una fórmula que atenuaría el acentuado presidencialismo actual y que permitiría, previo consenso obligado con otras fuerzas políticas, salvar lo que el oficialismo necesita hoy. Esto es la imposibilidad constitucional de una nueva reelección para Cristina Kirchner. (Ver En silencio, el Gobierno trabaja en un proyecto de reforma constitucional). No se han lanzado a la búsqueda de regímenes mejores para elevar la calidad institucional de la Argentina. Los acicatea otra urgencia: encontrar un atajo para, si gana Cristina, correr el horizonte más allá del 2015.
Que busquen atenuar el presidencialismo es también una paradoja luego de la brutal concentración de poder que se ha mostrado en las últimas horas, con los gobernadores e intendentes haciendo cola en la Casa Rosada u Olivos con sus listas de candidatos a vicegobernadores, diputados y hasta ¡concejales! para someterse en el sentido literal del término a la voluntad de Cristina. Es el presidencialismo y la jefatura política súper concentrados frente a la resistencia inexistente del peronismo . La lealtad reclamada es el espejo de la democracia que prefieren: secretismo, poder único y utilización a destajo del Estado como partido político . La cadena de medios del régimen dirá luego, en el relato oficial, que todo ha sido transparente y plural. Una mueca desvergonzada y patética del "centralismo democrático".
La hipótesis de reforma constitucional contendría otra innovación: la creación de un Tribunal Constitucional. Esto significaría un cambio muy importante porque allí se tratarían todas las cuestiones institucionales vinculadas con la validez constitucional.
¿Cuál sería el papel reservado para la Corte Suprema de Justicia en esa supuesta reforma? Quedaría, así, limitada a cuestiones judiciales de otra jerarquía.
La filtración en cuentagotas de los detalles del borrador muestra más la intencionalidad que los detalles finos de la hipotética reforma.
La intención está clara: reelección indefinida del presidente , con la concesión de un primer ministro como fusible maestro del sistema. Para este nuevo intento, más allá de la victoria en octubre, el oficialismo necesitaría socios para el emprendimiento, como los radicales y los socialistas. ¿Los conseguirá?