Heredia - Gandini: El duro oficio de ser padres
Para los primeros meses de vida del pequeño Eloy, la pareja de Gonzalo Heredia y Brenda Gandini eligió la privacidad. Salen lo mínimo indispensable con el bebé y no reciben visitas en su casa, salvo de familiares muy cercanos. Quieren crear un ambiente de paz y armonía para el recién nacido y conectarse con él para aprender cada una de sus mañas.
Qué les importan las pocas horas de sueño ni los llantos en medio de la madrugada.
Recién convertidos en padres, Gonzalo Heredia y Brenda Gandini están transitando el mejor momento de sus vidas. El pequeño Eloy, que nació el martes 16 de agosto, es el centro de la familia y de a poco, la pareja de actores va aprendiendo el oficio de ser padres.
En la última semana debieron acudir a los primeros controles del bebé en la Maternidad Suizo Argentina. Llegaron con decenas de preguntas para el pediatra como lo haría cualquier pareja de padres primerizos. Con paciencia, el médico fue respondiendo, una a una, las dudas de Gonzalo y Brenda y luego, se dedicó por completo a Eloy.
Afortunadamente, el pequeño está en perfecto estado de salud y eso tranquilizó a sus papás que habían notado que había perdido algo de peso desde el alta. Pero al enterarse de que eso es algo normal en los recién nacidos, ya no se hicieron problemas. Desde la llegada de su hijo, Heredia y Gandini recibieron pocas visitas en su casa. Algunas veces se la vio a Daniela Cardone y otras tantas, a la familia del actor. Y nada más. Ni siquiera los amigos de la pareja pudieron conocer a Eloy por pedido de los flamantes padres.
Ambos optaron por tener mucha privacidad y crear un ambiente de paz para el niño. Según contaron algunos allegados a la pareja, en unos meses, cuando el baby este más grande, aceptarán a todas las visitas que hasta ahora no pudieron conocerlo.
Tan grande es el cambio en el hogar de los Heredia-Gandini que Gonzalo ha decidido largar un viejo vicio: el cigarrillo.
Apenas se instalaron en su departamento, nervioso, el galán solía fumar en el balcón. Pero, como notaba que el olor al tabaco le quedaba impregnado y podía hacerle mal al pequeño, optó por intentar dejar de fumar. Hasta ahora ha bajado considerablemente la cantidad de cigarrillos por día y los vecinos ya casi no lo ven pitando en el balcón. Sólo lo hace cuando va de compras o tiene alguna reunión de trabajo por El lobo, la nueva ficción que protagonizará en 2012 en El Trece, o por la obra de teatro que producirá y protagonizará en el teatro El Piccolino en marzo del año que viene.
Pero más allá de todos los cambios que ya llegaron y otros que se irán dando en poco tiempo, lo que más disfruta Gonzalo, por estos días, es estar en su hogar para ver el crecimiento de su hijo junto a Brenda. Para ellos la felicidad tiene nombre y se llama Eloy.