Hembras que se autofertilizan
*Por Christine Dell'amore. ¿Los machos son necesarios? Tal vez no por mucho tiempo. Por lo menos en una especie de insectos cuyas hembras han empezado a desarrollar clones de sus padres capaces de producir esperma dentro de sus cuerpos.
En la cochinilla acanalada -una peste agrícola común que llega a crecer hasta medio centímetro- ha surgido un nuevo fenómeno: cuando algunas hembras se desarrollan en huevos fertilizados, el esperma excedente forma tejido dentro de ellas.
Este tejido parasitario, genéticamente idéntico al padre de la hembra, vive dentro de ella y fertiliza sus huevos internamente, convirtiéndola en hermafrodita y haciendo que su padre también sea padre y abuelo de sus hijos, en términos genéticos.
Aunque esta nueva forma de reproducción no ha reemplazado el sexo en las cochinillas acanaladas, "la población de este macho parasitario ha despegado como epidemia", dice el director del estudio Andy Gardner, teórico evolutivo de la Universidad de Oxford.
"Una vez que (esta tendencia) empiece, va a arrasar en toda la población para que todas las mujeres la carguen. Así que no tendrá sentido la existencia de los machos", explica Gardner.
Si las hembras empiezan a pasar a su descendencia el macho parasitario, eventualmente tal vez ya no haya necesidad de que crezcan "cochinillas bebés machos" que produzcan esperma y fertilicen a las hembras, considera Gardner.
Gardner y Laura Ross, de la Universidad de Massachusetts, crearon un modelo poblacional que predijo cómo responderían las hembras a este tejido infeccioso que vive dentro de sus cuerpos.
Los resultados, publicados en la emisión de agosto de American Naturalist, sugieren que las hembras se beneficiarían de la infección, negando la necesidad de machos.
El sexo de los insectos sigue siendo un misterio
Aunque se desconoce la línea temporal exacta para la caída poblacional de los machos, dice Gardner, a "largo plazo esperaría que (la especie) sufra debido a la asexualidad".
Por ejemplo, aunque 30 por ciento de las especies animales son asexuales, en la "vasta mayoría de los casos, cuando analizamos especies que son asexuales, son eventos (evolutivos) relativamente recientes ... (y) parecen extinguirse bastante rápidamente", destaca.
"Si te reproduces contigo mismo, eso no genera el tipo de variación adaptativa posibilitado por el sexo regular", explica.
El sexo tradicional tiene "beneficios obvios": la descendencia recibe nuevas combinaciones de genes que pueden hacer que la especie, en general, sea más robusta, dice.
En general, es un misterio por qué hay tan pocos insectos hermafroditas; sólo se conocen tres especies, todas de cochinillas. Regularmente, los insectos son muy variables sexualmente, reproduciéndose en casi todas las formas sabidas por la naturaleza; incluyendo, en algunas especies, machos que pueden desarrollarse a partir de huevos no fertilizados. Para confundir las cosas, las cochinillas acanaladas "realmente no son hermafroditas en el sentido normal - de hecho son dos individuos en el mismo cuerpo, lo que lo hace más fascinante", precisa. "En este momento, estamos en la oscuridad", agrega.