Hantavirus: ¿Se debe usar barbijo o no? Los especialistas se contradicen
Las campañas insisten en usarlos. Cuestan 400 pesos los mejores.
El uso de barbijos por parte de la población de Epuyén no es una norma indiscutida entre los médicos y funcionarios. Personal de salud de Chubut le asegura que no son imprescindibles, mientras que desde la provincia subrayan su utilidad como herramienta de cuidado personal.
Mientras tanto, los barbijos más gruesos están agotados en la Comarca Andina y cuando estuvieron a la venta llegaron a costar 400 y hasta 500 pesos la unidad, explican los locales.
Las medidas de prevención sanitarias más severas en Epuyén, establecidas por el ministerio de Seguridad de Chubut, se concentran en la parte alta de la localidad en la cual viven aproximadamente unos 2500 habitantes. Incluyen el aislamiento y el control rutinario de las familias en las que se detectaron infectados.
Todos los días un equipo de 20 personas de las áreas de Salud de la provincia se dirige a los principales barrios como Rinconada y 28 viviendas, en los que fueron registrados la mayoría de los casos. Los profesionales toman nota de la temperatura corporal, comprueban su estado físico y psicológico.
Según datos del municipio son 50 las personas que permanecen en observación, pero solo a 28 las consideran de alto riesgo. "Tenemos identificadas a todos los que estuvieron en contacto con los infectados", explican desde el Centro de Atención instalado en el área de Cultura del municipio local.
Las recomendaciones son contradictorias en Epuyén. Por un lado, el municipio y la policía de la provincia de Chubut emiten advertencias acerca de la necesidad de colocarse una mascarilla gruesa además de lavarse las manos con alcohol repetidas veces.
Sin embargo, los expertos del ministerio de Salud le indicaron que andar con barbijo por la calle era "innecesario" y "exagerado". "El virus no está en el aire y los contagiados ya fueron identificados y están en reclusión domiciliaria", explicó una funcionaria que no quiso hacer declaraciones oficiales.
Lo cierto es que los enviados por el ministerio de Salud provincial atienden a la población con el rostro descubierto.
En las calles han aumentado los patrullajes policiales de la policía de Chubut aunque los agentes reconocen que no están demasiado seguros acerca de qué están vigilando exactamente. "Nos mandaron a vigilar pero no sé lo que vigilamos, eso habría que consultárselo a mi superior", le confesó a Clarín un oficial.
El llamado Plan de Contención provincial, la "Cuarentena" y la Barrera Sanitaria no se hacen notar en los barrios de Epuyén. No se observa cartelería, ambulancias ni especialistas en las esquinas como cualquiera podría presuponer apelando a los guiones de una serie de Netflix.
Los vecinos reclaman que lo que escuchan en la radio respecto de las medidas sanitarias no se condice con lo que sucede en la vida real. "¿Qué plan? Aquí no vino nadie", dice un vecino de la zona alta. "La verdad que yo no estuve con ningún médico de la provincia", explica otro poblador del área del Lago. "Vinieron médicos y gente del Malbrán pero no nos dieron mucha bola", cuenta otra vecina.
Extrañamente los abuelos de Micaela Troncoso (14), la primera menor de edad que falleció en Epuyén y que se contagió en la fiesta del 3 de noviembre pasado, no fueron examinados por un facultativo. Esto a pesar de que Atilio Troncoso incluso llegó a estar sin mascarilla acompañando a su nieta en la Terapia Intensiva de Esquel.
"Lo que estamos haciendo es lo correcto, se aislaron los casos, se controlan y estamos seguros de que los contagios van a ir bajando", insisten los expertos chubutenses.