Hacete la película: ¿Por qué no nos gusta el cine argento?
Aunque el 2013 fue récord en cantidad de estrenos nacionales, sólo unas pocas películas de un reducido grupo de directores alcanzan el nivel de audiencia del cine importado. ¿Falta de presupuesto o desinterés en vernos a nosotros mismos?
@Sofisuu
¿Por qué no nos gusta el cine argentino?
¿Es necesario aclarar que la pregunta es generalizadora? Que, por suerte, muchas personas gustan del cine nacional, que celebramos la creciente producción fílmica argento y que, en mi caso, adoro descubrir y redescubrir creaciones audiovisuales made in argentina.
Sin embargo, hoy en día, aún sigue siendo muy complicado para un profesional argentino hacer y mucho más, vivir del cine nacional.
Los comentarios en esta columna que representan sólo una parte de público cinéfilo evidencian una preferencia por los grandes efectos especiales, las historias simples y los personajes estereotipados. Todos recursos del cine mainstreem heredados de países como Estados Unidos, muchas veces producidos con el objetivo de obtener la mayor cantidad de beneficios económicos.
No hay tiempo ni ganas de arriesgarse a un bodrio y pareciera que el cine promocionado en todas los afiches viene con garantía de entretenimiento asegurado.
Así todo, según cifras difundidas por el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales oficiales, durante el 2012 se estrenaron 130 películas argentinas en las salas de cine de todo el país, de una totalidad de 300 películas.
La cifra es récord no sólo en nuestro país sino en naciones como Francia o Corea, reconocidas por incentivar la producción nacional.
El tema es que, así todo, de las 130 películas argentinas que fueron proyectadas en las salas, sólo unas cinco reunieron un número de espectadores aceptables y muy pocas de ellas estuvieron tiempo suficiente, o comparable con las otras, en cartel.
La clave por un lado es el bajo presupuesto con el que se cuenta en el país, lo caro que significa producir cine, y el eterno enemigo, si se lo compara con mega productoras millonarias y legendarias de Hollywood.
Las películas que si fueron aplaudidas y que ganaron suficiente como para no considerarse pérdidas, están dirigidas por un grupo reducidísimo de realizadores, en muchos casos popularizados por la tele.
Pero por otro lado, hay una falta de identificación o falta de interés de identificación con nuestro cine. A algunos países les cuesta mucho apreciar un cine extranjero que no represente su idiosincrasia y costumbres.
Nosotros, preferimos algo ajeno y fácil de entender, que algo que nos muestre como somos...