Habló un testigo del caso del jubilado que mataron luego de robar un aceite y queso: “La policía no quería que se conozca esto”
Un fotógrafo logró captar la imagen que se difundió junto la noticia del fallecimiento a golpes de Vicente Ferrer, de 68 años.
El caso de Vicente Ferrer, el jubilado de 68 años que fue asesinado a golpes luego de robar un queso, un aceite y dos chocolates en un supermercado, conmociona a la opinión pública.
El hecho ocurrió el viernes pasado después de las 19 horas, pero trascendió en las últimas horas. El cajero Ramón Chávez y el vigilador privado Gabriel de la Rosa interceptaron a Ferrer cuando se llevaba la mercancía sin pagar del supermercado Coto ubicado en el barrio de Constitución.
Nicolás Ramos, el fotógrafo que capturó la imagen del hombre desvanecido ante la mirada de los policías, habló de la escena con la que se encontró en diálogo con Chiche Gelblung en La súper mañana de Chiche en Radio Rivadavia.
“Volvía de la casa de mis padres cuando llego a la altura del supermercado, donde había mucha gente viendo desde mitad de cuadra, varios patrulleros. Allí me encuentro con la foto que saqué: un hombre desvanecido, dos oficiales y una estudiante que le practicaba la reanimación”, comenzó su relato Ramos.
“Lo primero que uno tiende a hacer es intentar captar la situación para que la noticia no quede en la nada. La policía intenta retirarnos del lugar y ahí tomo la fotografía. Entro en discusión con el oficial, me dijo que tenía que borrar la foto, había animosidad de que esto no se conozca”, continuó.
Según el fotógrafo, los vecinos que atestiguaron el hecho señalaron que el hombre, que padecía demencia senil, fue golpeado brutalmente por empleados del supermercado y retenido por varios minutos hasta que llegó la ambulancia.
“Una testigo me dijo que el señor salió de ahí, se robó un queso y un aceite, que lo interceptaron las personas de seguridad del lugar, lo tiran al piso y le pegan brutalment. La ambulancia tardó 25 minutos”, sostuvo Ramos.
“El hombre estaba normalmente vestido, no parecía que era un indigente. Podía haber sido mi padre”, cerró el fotógrafo.
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