Habló un referente de La Cámpora acusado de abuso y salpicó a Máximo Kirchner: "Es un cobarde de escritorio"
Tras ser acusado por una militante K, Gustavo Matías apuntó contra la conducción de la organización: "Son nazis".
Gustavo Matías asegura estar defraudado. Dolido. Y muy enojado. El fundador de La Cámpora de Vicente López señala que la denuncia de abuso que le hizo una militante de su agrupación "es una cama". Y no tiene dudas de señalar a Máximo Kirchner y el Cuervo Larroque como los "cobardes de escritorio".
"Máximo estaba al tanto de toda esta opereta. No tiene códigos. A esa chica la usaron para que presente una denuncia falsa en los medios cuando en realidad están pasando una factura interna de La Cámpora", dispara Matías.
Gustavo Matías, también fundador de la agrupación La Néstor Kirchner de Vicente López, fue acusado por Sofía Amarillo de haberla llevado, engañada, a un hotel de alojamiento y de haberla maltratado. En el relato que publicó en su Facebook, la mujer menciona el consumo de cocaína y la manipulación de armas de fuego.
"Son todas mentiras. A la chica casi ni la conozco. Militó una época con nosotros pero después se fue con su novio, que responde Máximo y al Cuervo. De ahí viene la vendetta, nos quisieron correr de la agrupación de Vicente López y como perdieron, arman este tipo de operaciones", retruca Matías.
"Hace unos años, rompimos con la Conducción Nacional de La Cámpora. Y esta denuncia es un vuelto de la interna política. Nosotros tenemos varios concejales que saben quién soy. Por eso me defienden y entienden que esto es un pase de facturas de algunos cobardes de La Cámpora".
En cuanto a la denuncia de acoso, Matías niega todo lo relatado por Amarillo. "Eso que dice nunca pasó. Sólo hicieron un circo mediático. Ni siquiera fueron a la Justicia. Es obvio que es una operación", se defiende.
Y busca diferenciarse de Máximo Kirchner: "Nosotros hacemos política con los pibes de base. No digitamos nada, como ellos, que son vigilantes. Hoy La Cámpora es menos de Franja Morada, no existe. Para ensuciarme, se convirtieron en nazistas, con eso de que miente miente que algo quedará".
Y concluye: "Yo sé cómo hablar en la sede de Matheu (del PJ). Soy peronista y todos los 24 vamos a la plaza. No sé si se animarán a ir, pero yo siempre estoy. Y si nos cruzamos, vamos a ver si me pueden sostener la mirada".