Habló otra médica acusada por las muertes de los bebés en Córdoba: “No tengo dudas de que hubo una mano asesina”
Adriana Moralez, ex coordinadora del Comité de Vigilancia y Mortalidad Materna Infantil del hospital, aceptó contestar preguntas y negó las acusaciones de la defensa de Brenda Agüero. Está acusada de encubrimiento agravado.
Con casi una hora de demora, comenzó la tercera jornada del juicio por la muerte de cinco bebés y el intento de homicidio de ocho recién nacidos ocurridos en 2022 en el Hospital Materno Neonatal de Córdoba. No es un día más: declaran las dos últimas médicas imputadas en la causa, aunque a diferencia de los otros nueve acusados que hablaron ayer, esta vez sí contestaron preguntas.
Se trata de Adriana Moralez, ex coordinadora del Comité de Vigilancia y Mortalidad Materna Infantil, y de Claudia Elizabeth Ringelheim, quien era la vicedirectora del hospital al momento de las muertes.
La primera en sentarse en el banquillo de los acusados fue Moralez, tal como había adelantado más temprano a Infobae su abogado, Ezequiel Elettore.
“No tengo dudas que hubo una mano asesina. Necesito saber quién mató a esos niños, si la acusada principal es o no, necesito que se sepa quién fue y si alguien va a volver a hacerlo”, contestó la médica después de que la fiscal Mercedes Balestrini le preguntara sobre cuál es su convicción.
La mujer es especialista en Obstetricia y Tocoginecología y fue imputada por el fiscal Raúl Garzón por los delitos de omisión de deberes de funcionario público en concurso ideal con encubrimiento doblemente calificado por la gravedad del hecho precedente y por la calidad de funcionario público.
“A la luz de los hechos, con dos autopsias con causa no natural, me resulta inevitable que no pueda asociar para atrás que Gino, que Isabella, tal vez Francisco, Benjamín y otros niños fueron víctimas”, agregó.
Relató también cómo se descartaron diversas hipótesis médicas con el tiempo respecto a los fallecimientos de los menores, incluyendo posibles efectos adversos de la vacunación contra Covid-19, la administración de vitamina K y posibles picaduras de insectos.
Destacó que en los casos de muertes y ataques había coincidencias en que se trataba de niños nacidos a término y con buen control médico.
Conocía como pocos el Neonatal, ya que trabajó allí desde su fundación, en 1998, hasta el día que la imputaron. Por eso su testimonio es de gran valor para el juicio.
Moralez aseguró que la muerte de los bebés “fue una bomba que estalló” en el hospital y aseguró sentirse abandonada por el Ministerio de Salud, que le hizo un sumario interno sin ningún tipo de apoyo. Reveló que debido a la imputación en el expediente, se vio obligada a tomar medicación.
En ese sentido, la médica contestó a las acusaciones de la defensa de Brenda Agüero, que había dicho los bebés murieron por la poca limpieza en el hospital.
“No era una mugre, no se hacían experimentos ni había tráfico de órganos. El hospital Materno Neonatal era una institución excelente, que se ocupaba de cuidar a las madres y a sus bebés”, dijo.
En declaraciones a medios cordobeses en octubre de 2024, la doctora Moralez reconoció que había indicios para creer que a los bebés los mataron.
Según contó la médica, ella estuvo de vacaciones entre el 20 de mayo y el 6 de junio de 2022. El día que se reincorporó ocurrieron las últimas dos muertes de los recién nacidos.
Antes de comenzar a declarar, los jueces Patricia Soria, José Daniel Cesano y Laura Huberman, de la Cámara en lo Criminal y Correccional de 7ª Nominación, llamaron la atención de las partes por sus declaraciones a los medios de comunicación respecto al juicio.
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