Habló la vecina de Palermo que tuvo un ataque racista contra dos venezolanas
La vecina de Las Cañitas que discriminó a dos jóvenes venezolanas lanzó una polémica defensa.
"Quiero terminar con todas estas pavadas", arrancó su defensa, en diálogo con Eduardo Feinmann en A24, la mujer que se convirtió en protagonista de una de las noticias de la semana. El miércoles se viralizó un condenable video en las redes sociales en el que se la ve atacando e insultando a dos mujeres venezolanas de manera muy violenta y entonces intentó justificar su reacción.
Según su versión, las mujeres se encontraban fumando marihuana en la puerta del edificio donde vive su madre, que "está muy enferma". Y al cruzar la puerta las venezolanas "le quisieron pegar a mi hijo y le fumaron marihuana en la cara".
Visiblemente alterada por el conflicto, la mujer explicó al periodista que su reacción estuvo mal pero luego la justificó: "Estaba desacatada porque estaban amenazando a mi hijo. ¿Qué, me tengo que quedar tranquila? Yo por mi hijo me convierto en una dragona".
"Le fumaron en la cara a mi hijo. Quiero que pare todo esto, voy a hacer la denuncia, quiero que dejen de hostigarme. Ellas también me insultaron y le quisieron pegar a mi hijo", continuó su defensa.
Luego, respecto de sus dichos despectivos por la nacionalidad de las jóvenes, explicó: "Me tildan de xenófoba y la cuidadora de mi mamá es peruana, la señora que limpia es paraguaya tuve amigos ecuatorianos, lo que menos soy es xenófoba".
Por su parte, en una entrevista con Crónica, Verónica Marin, una de las víctimas, afirmó que la señora "no está bien e incide a su hijo al odio y a la violencia". Asimismo, relató que, en el momento de la agresión, la mujer intentó agarrar una silla para golpearlas: "Cuando escuchó como hablábamos nos acusó porque eramos extrajeras y nos dijo: 'Colombianas drogadictas', y demás actos de xenofobia. Si hubiésemos sido rubias y no nos hubiera pasado esto".
Según su versión, las mujeres se encontraban fumando marihuana en la puerta del edificio donde vive su madre, que "está muy enferma". Y al cruzar la puerta las venezolanas "le quisieron pegar a mi hijo y le fumaron marihuana en la cara".
Visiblemente alterada por el conflicto, la mujer explicó al periodista que su reacción estuvo mal pero luego la justificó: "Estaba desacatada porque estaban amenazando a mi hijo. ¿Qué, me tengo que quedar tranquila? Yo por mi hijo me convierto en una dragona".
"Le fumaron en la cara a mi hijo. Quiero que pare todo esto, voy a hacer la denuncia, quiero que dejen de hostigarme. Ellas también me insultaron y le quisieron pegar a mi hijo", continuó su defensa.
Luego, respecto de sus dichos despectivos por la nacionalidad de las jóvenes, explicó: "Me tildan de xenófoba y la cuidadora de mi mamá es peruana, la señora que limpia es paraguaya tuve amigos ecuatorianos, lo que menos soy es xenófoba".
Por su parte, en una entrevista con Crónica, Verónica Marin, una de las víctimas, afirmó que la señora "no está bien e incide a su hijo al odio y a la violencia". Asimismo, relató que, en el momento de la agresión, la mujer intentó agarrar una silla para golpearlas: "Cuando escuchó como hablábamos nos acusó porque eramos extrajeras y nos dijo: 'Colombianas drogadictas', y demás actos de xenofobia. Si hubiésemos sido rubias y no nos hubiera pasado esto".