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Habló el padrastro de Ángeles, Sergio Opatowski: "Mangeri es un psicópata"

El padrastro de Ángeles Rawson habló luego de declarar como testigo en Tribunales. "Enojarme no me sirve de nada, mi hija está muerta", afirmó.

Sergio Opatowski, el padrastro de Ángeles Rawson sostuvo hoy que el portero del edificio donde vivía la joven asesinada y principal sospechoso por el crimen, Jorge Mangeri, "es un psicópata".

Tras declarar durante varias horas en Tribunales, Opatowski detalló sobre lo que aportó en la causa: "No aclaré anda, sólo me preguntaron lo que ya se sabía, lo que hice ese lunes. Esto era aclarar un poquito mi situación, yo siempre estuve tranquilo, yo vine a aclarar perfectamente bien".

"No es que estoy más tranquilo, siempre estuve tranquilo, simplemente vine para contribuir con las dudas que pueden haber al respecto, pero nosotros estamos muy dolidos con esto, ayer tuvimos un golpe muy duro", sostuvo en referencia a la exhumación del cuerpo de la joven y aclaró que fue difícil "más allá de lo que haya pedido nuestro fiscal, el que nos representa", agregó.

Respecto a si cree que Mangeri abusó de Ángeles afirmó: "Es un psicópata, no lo dije antes, lo digo ahora".

En cuanto si está enojado con alguien, Opatowski señaló: "¿Cuántas cosas se dijeron de mí durante todo esto? De mi hijo dijeron de todo, el otro día yo perdí la calma por un tipo como este pelot... que está gritando bolud...." sostuvo, señalando a un hombre que lo insultaba, mientras realizada declaraciones a la prensa y continuó: "Tuve que pedir disculpas públicamente por los improperios que dije, pero por mi venas corre sangre como por las de cualquiera, soy calentón y si me ponés a Mangeri delante lo cag.. a trompadas, que no quede ninguna duda".

Asimismo, Opatwski negó que hubiera una mala relación entre el portero y la familia: "Él era muy cordial, decía siempre ´buen día´, y Ángeles, al ser muy tímida, decía ´buen día´ y nada más, es un psicópata".

"Con enojarme con él no me sirve de nada, mi hija está muerta. Mangeri está en el horno", concluyó  el padrastro de la adolescente, entre gritos de un grupo de personas que lo acusaba de complicidad en el crimen.