Hablemos en serio
*Por Arnaldo Paganetti. De Narváez sigue con Alfonsín, pero no desdeña a Rodríguez Saá.
Hermes Binner, el candidato presidencial del Frente Amplio Progresista (FAP), difundió en un comunicado parte del diálogo que tuvo el viernes pasado en un desayuno con corresponsales extranjeros. Un periodista de un diario portugués, apelando a una metáfora futbolística, le preguntó cómo hará para dar vuelta un partido que en el primer tiempo tiene un contendor que va ganando 5 a 0. El socialista no esquivó el bulto y contestó que es posible revertir esa diferencia hasta los últimos diez minutos. "Todavía podemos empatar. Y si vamos a los penales, tenemos equipo para ganar la final".
Los cronistas abrieron ojos y oídos ante tamaña osadía, pero rápidamente Binner los bajó a tierra... "Hablando en serio...", los llamó a sosiego, a tono con su carácter, y pasó a referir los detalles fundamentales del programa presentado el día anterior en un teatro de la avenida Corrientes, a través del cual tratará de convencer a la ciudadanía de "nuestras ideas para vivir en un país mejor" con "más diálogo y menos monólogo y crispación".
A menos de un mes de las elecciones oficiales –desdibujadas por el contundente resultado del "amistoso" del 14 de agosto–, nada parece que vaya a modificar el derrotero que ubicó a Cristina Fernández con más de la mitad más uno de los votos.
Los protagonistas que se amontonan en un pelotón a 38 puntos del primero, Ricardo Alfonsín, Eduardo Duhalde, Binner y Alberto Rodríguez Saá, arriesgan verbalmente que pueden forzar un balotaje.
Pero no convencen. Y si se escarba un poco en sus reductos de campaña, se observa que tienen propósitos subalternos. El radical, preservar a ultranza el segundo lugar y bloquear la arremetida del "primo hermano" socialista que pretende convertir a la UCR en pieza de museo y ser alternativa de centroizquierda para el 2015. Duhalde (ahora menos Mario Das Neves, que lo dejó solo por no aceptar con autocrítica la realidad de las urnas) pretende taponar el avance de otro peronista disidente, Alberto Rodríguez Saá, quien va camino a entenderse con el aspirante a gobernador de Buenos Aires, Francisco De Narváez, con la no tan secreta aspiración de constituir un polo peronista no kirchnerista después del 23 de octubre.
Así las cosas, resta saber qué posicionamiento adoptará Duhalde (su esposa "Chiche" disputa
la senaduría por la minoría en territorio bonaerense con José "Pepe" Scioli, bastonero de De Narváez) y apreciar la ofensiva de Alfonsín en dos direcciones: una para fortalecer valores radicales enraizados en la clase media no justicialista, con propuestas concretas en materia de seguridad, educativas y anticorrupción; la otra, machacando con que el radicalismo "no transa" y que Binner es "funcional" a los intereses de Cristina pues apoyará las leyes clave de la nueva administración en aras de garantizar la gobernabilidad de Santa Fe, que pasará a manos de su delfín Antonio Bonfatti.
Decepcionada con algunas conductas, en especial de la diputada Patricia Bullrich, "Lilita" Carrió promete salir a hablar recién en las últimas tres semanas de competencia. Fuera de carrera ella y hoy sin presencia mediática, apoyará a quienes disputen cargos legislativos. Hará eje en la provincia de Buenos Aires, donde lleva al polémico dirigente ruralista Mario Llambías como primer candidato a diputado nacional, seguirá impugnando el modelo kirchnerista e impulsará investigaciones para lograr transparencia en la función pública. No será piadosa con los dirigentes de la oposición. "No tirará la toalla, no abandonará la política", le aseguró a este diario uno de sus principales colaboradores.
Con tijera gigante en la mano para promocionar cortes de boleta a favor de los hombres y mujeres del PRO, el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, se esmera por establecer una buena relación con Cristina. Hubo un acercamiento cuando los números clarificaron el panorama (casi 65 para él en la Ciudad de Buenos Aires, más de 50 para la presidenta en la Nación), pero luego llovieron cortocircuitos severos por inculpaciones mutuas sobrevenidas tras el trágico accidente en un paso ferroviario del barrio de Flores.
"No podemos estar todo el día peleando... ni dormirnos en los laureles de la soja, hay que generar alternativas", propuso Macri desde Madrid.
En el gobierno se preparan para el tercer turno kirchnerista, que tendrá impronta femenina. El senador Nicolás Fernández, probable ministro, anticipó a "Río Negro" algunas coordenadas. Señaló que la etapa de Néstor, el fallecido ex presidente, "rompió con las corporaciones y sectores del poder económico arraigados en la república".
"En el mismo sentido Cristina profundiza esa transformación, con participación popular y el trasvasamiento generacional", agregó en referencia a la participación juvenil que se refleja en las listas parlamentarias y la promoción de "La Cámpora", dirigida por Máximo.
Fernández subrayó que la presidenta insistirá en "invitar" a otras fuerzas a sumarse a un proyecto de desarrollo que "está a mitad de camino".
"Sería bueno entender –concluyó– que en octubre elegimos un programa para cuatro años, y no como paso en la etapa que estamos superando, donde por vía de insólitas asambleas y cortes de ruta algunos pretendían discutir el plan de gobierno cada vez que les tocaba poner un poco de lo mucho que se llevaban".