Hablaron los padres de los 5 hermanitos abandonados: "Los dejamos solos un ratito"
La pareja pide que una "nueva oportunidad" para recuperar a sus hijos. Fueron encontrados en estado de abandono.
Los padres de los cinco hermanitos que fueron encontrados abandonados en Punta Lara rompieron el silencio en los últimos días, luego de que la policía los rescatara de una casa en medio del monte donde no tenían calzado, ni abrigo, ni comida.
Los nenes no estaban desnutridos ni tenían problemas de salud, pero estaban sucios y en aparente estado de abandono.
El primero que salió a hablar fue Daniel Farías, padre de los tres nenes más grandes. Farías responsabilizó a la madre, dijo que tenía problemas de adicciones y que por eso desde hacía 10 meses no veía a los nenes.
Contó que tras la separación, su ex mujer formó una nueva pareja que volvió a meterla en las drogas. En su testimonio dijo que quería recuperar a sus hijos y darles una vida digna.
"La Justicia me discriminó por tener antecedentes y me trató de asesino. Me discriminaron en todos lados, hoy estoy trabajando, me levanto todos los días, tengo una vida muy dura", dijo y agregó: "Por ahí no tengo derecho a nada, pero mis hijos tienen derecho a tener su padre. Mis hijos me necesitan. Lo único que quiero es recuperarlos".
Este viernes también habló el padre de los nenes más chiquitos y la actual pareja de la madre de los cinco chicos.
"Les pido que me den una oportunidad más. Los chicos se quedaron solos un ratito. Yo trabajo, estamos en condiciones de mantenerlos, vamos a estar bien", dijo Gabriel, de 22 años, quien deberá esperar entre 30 y 60 días una disposición de la Justicia para saber qué pasará con los nenes.
Sobre el día en el que los encontraron, Gabriel contó que "me fui temprano, dejé la plata para que compren la torta a mi hija por el cumpleaños. Fue un ratito nada más. Mi señora había salido a comprar la torta".
"Ella ahora está muy mal. Va a hacer lo que la Justicia le diga, quiere tener a sus hijos", explicó en declaraciones al diario El Día. "Los extraño, los quiero abrazar pero la Justicia no me deja", dijo.
"Ellos siempre estaban conmigo. Espero que al juez le toque el corazón. Los chicos iban a la escuela, les poníamos las zapatillas afuera porque se llenaban de barro pero no es que no estudiaban", agregó Gabriel.
"Es triste la vida pero Dios nos va a ayudar, tengo fe en que vamos a recuperar a mis hijos", concluyó.