Guns N´ Roses emocionó a puro hit
La banda estadounidense, liderada por el cantante Axl Rose, brilló frente a sus fanáticos argentinos en el Estadio Único de La Plata, con un concierto plagado de sus clásicos imborrables y canciones de su último disco "Chinese Democracy", que continúan presentando en el mundo.
De esta forma el grupo, que ya no cuenta con el emblemático guitarrista Slash ni los demás miembros fundadores y que Rose capitanea en soledad, se reivindicó ante el público local, luego del recital que había brindado hace un año y medio en el estadio de Vélez Sársfield que se vio empañado por problemas de sonido.
En esta oportunidad la voz del legendario cantante pudo escucharse de maravilla y, si bien no tiene la potencia de antaño, se la notó incluso mejor que en el concierto que dio la semana pasada en Brasil, el primero del año, durante el festival Rock In Rio.
Sin caer en las demoras exageradas en las que suele incurrir, Axl Rose subió al escenario bastante puntual para sus estándares, alrededor de las 23.00, y junto a sus músicos inició el concierto con la canción que da título a su último trabajo.
Pero la locura del público se terminó de desatar con el siguiente tema, el histórico "Welcome to the Jungle", interpretado de gran forma por un Axl que ya no tiene la figura delgada de los
90 ni corre como un desaforado de una punta a la otra del escenario, aunque mantiene intacto su carisma y magnetismo.
El vocalista está acompañado por una poderosa banda integrada por DJ Ashba (guitarra), Richard Fortus (guitarra), Ron "Bumblefoot" Thal (guitarra), Frank Ferrer (batería), Tommy Stinson (bajo), Dizzy Reed (teclados) y Chris Pitman (teclados).
Siguieron con "It s So Easy" y "Mr. Brownstone", otras dos canciones inolvidables de su célebre disco debut "Appetite for Destruction", coreadas de punta a punta por los fans que ocuparon en un 70 por ciento la capacidad del estadio platense.
Vestido con una campera de cuero negra, jeans gastados y sombrero blanco, Axl hace un comentario sobre la llovizna que estaba cayendo en el primer tramo del concierto y mojaba el borde del escenario.
Pese a que el personal de escenario del grupo ingresó en varias oportunidades a secar el piso, el cantante sufrió al menos tres resbalones durante el concierto, que, afortundamente, no llegaron a provocarle una caída.
Su famosa versión de "Live and Let Die" de Paul McCartney da lugar a espectaculares trucos de pirotecnia y fuertes explosiones, mientras que en "This I Love" Axl exige y lleva su voz a lo más alto, ganándose una gran ovación.
Vuelven las explosiones cuando ingresan todos los instrumentos en la rockera "Better" de "Chinese Democracy", dando paso luego a una gema de sus primeros años, la gran "Rocket Queen".
Los fans directamente enloquecieron cuando Axl comenzó a cantar los primeros versos de "Estranged", la fabulosa canción del "Use Your Illusion II" que los nuevos Guns recuperaron para esta segunda etapa de la gira.
En este tema los guitarristas Bumblefoot -luciendo una extensa barba de predicador- y DJ Ashba -con sombrero de copa y cigarrillo pendiendo de sus labios- reprodujeron en gran manera los emocionantes solos que había creado Slash.
Luego llegaron casi en fila los hitazos "You Could Be Mine", y "Sweet Child O Mine", mientras que Axl se sentó al piano para "November Rain", que, como si fuera una broma del destino, trajo de regreso la lluvia al estadio.
Durante el concierto no hubo severas fallas de sonido que lamentar, pero se notó que cerca y a los costados del escenario, los graves del bajo y el bombo de la batería tapaban a las guitarras y a la voz de Axl.
Un cover reposado de "Knockin on Heaven s Door" de Bob Dylan y otro incendiario de "Riff Raff" de AC/DC, este último una novedad en el repertorio de los Guns, prepararon el terreno para el final del show, que llegaría de la mano de la notable "Nightrain", con un extenso solo final de Bumblefoot, digitando las cuerdas a toda velocidad.
Para los bises Axl retorna al escenario y canta "Don t Cry", otra de esas que todos esperaban, mientras a esa altura de la noche sorprendía el detalle de que el cantante se haya cambiado la campera en una sola ocasión, dejando atrás sus frecuentes cambios de vestuario que eran una de sus marcas registradas.
Tras "Madagascar" de su último disco, todo indicaba que era el turno de "Patience", pero la banda dejó a los fans con las ganas y pasó directo a "Paradise City" el hit que siempre marca el cierre de los shows de los Guns.
Axl agradeció al público, arrojó su micrófono inalámbrico al campo y se retiró acompañado por sus músicos tras dos horas y media de un emocionante concierto.
El itinerario de los Guns N Roses en Argentina continuará este lunes (feriado) cuando tocarán en Rosario, en el salón Metropolitano de un shopping local, y dos días más tarde darán un show en el Orfeo Superdomo de Córdoba.