Guillermina, y la nota de la polémica
Después de mostrarte las palabras donde la novia de Tinelli niega la exclusiva a una revista, DiarioVeloz.com te muestra la entrevista completa. Entrá a la nota para leerla.
La edición de esta semana de la revista "Caras" tiene como protagonista en su tapa a la flamante novia de Marcelo Tinelli, Guillermina Valdes, quien aparece declarando que "con Marcelo viene todo muy bien", entre muchas de otras cosas. Sin embargo, en el día de ayer, la ex esposa de Sebastián Ortega utilizó su cuenta de "Twitter" para desmentir que ella hubiera realizado esas declaraciones. "Quiero aclarar que no he dado nota personal a ninguna revista, la foto de Tapa Caras no es actual".
Acá te dejamos la nota entera para que veas que fue lo que supuestamente dijo la ex nuera de Palito Ortega.
Dijo Guillermina Valdes (35): "Si desperdiciaba la oportunidad, la culpa iba a ser sólo mía". La frase podría referir al desafío que significó para la actriz formalizar su relación con Marcelo Tinelli (52), pero no.
Corría 2010 y la historia era otra.
La actriz se preparaba para asumir su rol en "Botineras", la ficción de su ex marido, Sebastián Ortega (38), por la que saltó de las pasarelas para incursionar con un perfil más alto en la profesión de actriz. Así, se quitó de encima el prejuicio de "ser la mujer de" para valerse por sí misma. Estudió teatro durante más de una década y los tres años restantes se perfeccionó en la escuela de Julio Chávez para afrontar el desafío, y le salió bien. Trascendió su primer rol, el de ‘ser la mujer de’, para ser reconocida como actriz, seis letras que para ella resumen mucho más, la de una mujer que siempre creyó en el esfuerzo, más allá del lugar de privilegio con el que le deparó la vida.
Oportunidad y desafío son dos palabras que cruzan su historia, desde su primer gran paso: abandonar su Necochea natal para enfrentarse a la gran ciudad. Buenos Aires fue un gran cambio para ella. El furor de los ‘90, el apogeo de las modelos y un patrón de estética que la posicionó como una top model, fue un giro de 180º para esta chica del interior, hija de un veterinario y un ama de casa. El complejo por su extrema delgadez, por el que su abuela le repetía una y otra vez que en su época no hubiese conseguido marido, pronto la convirtió en una de las mujeres más deseadas de la Argentina. En 1995, a sus 18 años, terminó el secundario en el Colegio Nacional de Necochea y unos años después, ingresó a la agencia de Pancho Dotto. Desde entonces, su mundo se agrandó. Nueva York y Miami hicieron que Necochea ya no estuviera tan cerca, aunque nunca perdió el nexo con los suyos, sobre todo, con su mamá, quien siempre se hacía un tiempo para viajar a Buenos Aires y seguirle el rastro que, por entonces, caminaba con prisa. En 1998, durante la temporada estival de Punta del Este, conoció a quien sería su pareja durante 14 años: el productor Sebastián Ortega, quien tenía 25 años. El amor de verano dio paso a una sólida convivencia, a apenas dos meses de estar saliendo.
Así, sin planificarlo, se convirtió en parte de una de las familias más renombradas de la Argentina: los Ortega. Convivió con la constante comparación física y, a veces tediosa, con su suegra, Evangelina Salazar. Tuvo tres hijos, Dante (11), Paloma (10) y Helena (7), que llegaron inesperadamente, y fueron un punto de inflexión en su vida, por los que dejó a un lado su ascendente carrera. "Lo único planificado en mi vida fue mi casamiento con Seba", dijo Guillermina luego de su paso por el Registro Civil, en 2009. Pero ni siquiera la Ley pudo mantener unida una relación que el corazón ya había comenzado a vivir como un duelo. En septiembre de 2011, luego de crisis reiteradas, el matrimonio decidió poner fin, en buenos términos, a su vínculo. Recién hicieron público el divorcio, firmado en octubre de 2011, el último verano, cuando él apareció en la fiesta de Lacoste, junto a su amigo, Gastón Gaudio.
La confirmación llegó rápido y fue ella quien se encargó de dar entidad a los trascendidos, mientras vacacionaba con su hermana, en el Conrad Resort & Casino de Punta del Este.
Apenas se separó, la modelo de la agencia Muse abandonó el country de Zona Norte que compartía con el dueño de la productora Underground y se instaló con sus tres hijos en un departamento de Palermo.
"Para los chicos el cambio fue notable, pero se adaptaron muy bien. En lo que respecta a ella, fue una manera de aumentar su vida social; dejó de estar aislada, empezó a verse con viejos amigos y a ir más al cine, una de sus pasiones, junto con el teatro", dijo un amigo suyo, quien remarcó que "siempre fue la misma". Entre esas amigas aparece la actriz Paula Kohan, quien hizo de pareja de Mónica Antonópulos, en "El Elegido", y compartió con Guillermina las clases de teatro en la escuela de Chávez. "Con Marcelo viene todo muy bien", le confesó a Paula, con quien fue a la cena en la que inició su relación con el conductor de "ShowMatch", el martes 3 de julio. Pero ¿qué fue lo que conquistó a Tinelli? "A veces uno no maneja esas cosas, es más del corazón y no tanto cerebral.
Tienen más razones para no enamorarse que para hacerlo, sin embargo, pasó. No fue elaborado ni pensado, sino que surgió de adentro", explican desde el círculo íntimo de la pareja. A priori, los dos nacieron en un pueblo del interior
y ni Marcelo perdió su vínculo con Bolívar, ni ella con Necochea; son fervientes cultores del perfil bajo respecto a su vida personal y tienen en claro que nada está por delante de sus hijos.
"Si estamos evaluando oficializarlo, es porque va en serio", dijo "Guille", días antes de que "explotara" la noticia. La única condición que puso la modelo fue que le dieran el tiempo suficiente para contárselo a sus hijos y a los suyos, en primer lugar, y a los Ortega, su familia política durante 14 años.
Fue por eso que a Valdes le doliera la reprobación del clan Ortega respecto al "desparpajo", según palabras que habría dicho su ex suegra, con el que Valdes dio a conocer su noviazgo.
"Quiero que ellos se enteren por mi lado y además quiero decírselo a mis hijos antes de que Marcelo lo blanquée", le dijo a sus íntimos la actriz.
"Fue súper respetuosa y sigue siendo la misma. Dio la casualidad de que se enamoro de Marcelo que es una persona súper famosa, pero ella se mantiene igual. Súper respetuosa del papá de sus hijos, no le gusta exponerse.
Aparecieron propuestas para hacer cosas con su familia y siempre cuidó ese aspecto. Su intención no es que nadie se enoje, ella es muy tranquila", la defendió un amigo.
Más allá de la amistad que habría existido entre Marcelo y Sebastián, motivo de la indignación del productor, también habría molestado la manera light que eligió Valdes para hablar de su relación vía Twitter. "Creo en el amor... Uds?", disparó en un tuit, el 2 de agosto, día que abrió su cuenta de Twitter, para generar intriga y al mismo tiempo canalizar la ansiedad informativa. Eligieron el lunes 6 de agosto, a la 1:30, para oficializar su romance con una foto saliendo del edificio Le Parc, donde vive Tinelli. Esa misma semana, Marcelo haría oficial el primer regalo a su pareja: un cachorro raza Pug que recibió de uno de los sponsors de su programa y al que ella bautizó "Hugo", en clara alusión al segundo nombre de Tinelli. Luego subió una foto de Hugo al Twitter y no se separó ni un instante de él, tanto que el jueves lo llevó a la veterinaria para un control junto a su hija Paloma. A pesar de estar a full con Valdes, el dueño de Ideas del Sur no faltó a la cena de hombres de los jueves en "To", uno de sus restó favoritos, con sus amigos Federico Ribero y Hernán De Laurente, de la que el 9 participó el amigo del conductor desde hace más de 20 años, Daniel Scioli.
Aunque el viernes la pareja había planeado viajar a Punta del Este por el fin de semana, finalmente, a última hora terminaron cancelando el plan por la intensa guardia periodística. El sábado, ella aprovechó para comprarle los regalos del Día del Niño a sus hijos y, al día siguiente, cada uno hizo un plan diferente. Ella lo pasó con los chicos y su mamá, Sandra, mientras que Marcelo almorzó en el restó del Palacio Duhau con sus hijas, Micaela (23) y Candelaria (21), ya que Juana (9) y Francisco (14) estuvieron con su mamá, Paula Robles (44). El domingo no se vieron y ella se encontró con su amiga y celestina de la pareja, Paula Kohan. Ya el lunes, la modelo retomó su rutina en el gym del Paseo Alcorta, que complementa con algunas clases en el Vilas Club, mientras que Marcelo se ocupó de sus tareas al frente de Ideas del Sur.
Desde la productora, Guillermina recibió una oferta para incorporarse a "Bailando por un sueño", aunque luego de meditarlo, desistió.
"No va a entrar al `Bailando´. Ella quiere mantener su carrera en la misma dirección de antes, como modelo y actriz. No es la primera vez que le ofrecen ser parte del certamen", dijeron desde su entorno. "A ella le gusta el programa y el baile, pero su perfil es más bajo y su estilo no es la exposición. Sus amigos dicen que baila muy bien. Ella estudia teatro hace muchos años con Julio Chávez y tiene esa veta artística, pero prefiere mantener el mismo rumbo respecto a su carrera".
Abocada a algunas campañas gráficas, como las de Class Life y Black + White, por ahora, Guillermina prefirió rechazar varias de las propuestas oportunistas que le acercaron. "Es muy cuidadosa y muy tranquila, eso no se ha modificado. No tiene dobles intenciones, es súper transparente y lo que hace, le sale de adentro. Surgieron oportunidades laborales, pero ella dijo que no. En ese sentido, mantiene una coherencia, no se embriagó con todo esto y está bien plantada. Sigue siendo la misma que antes", concluyeron desde su entorno.
Acá te dejamos la nota entera para que veas que fue lo que supuestamente dijo la ex nuera de Palito Ortega.
Dijo Guillermina Valdes (35): "Si desperdiciaba la oportunidad, la culpa iba a ser sólo mía". La frase podría referir al desafío que significó para la actriz formalizar su relación con Marcelo Tinelli (52), pero no.
Corría 2010 y la historia era otra.
La actriz se preparaba para asumir su rol en "Botineras", la ficción de su ex marido, Sebastián Ortega (38), por la que saltó de las pasarelas para incursionar con un perfil más alto en la profesión de actriz. Así, se quitó de encima el prejuicio de "ser la mujer de" para valerse por sí misma. Estudió teatro durante más de una década y los tres años restantes se perfeccionó en la escuela de Julio Chávez para afrontar el desafío, y le salió bien. Trascendió su primer rol, el de ‘ser la mujer de’, para ser reconocida como actriz, seis letras que para ella resumen mucho más, la de una mujer que siempre creyó en el esfuerzo, más allá del lugar de privilegio con el que le deparó la vida.
Oportunidad y desafío son dos palabras que cruzan su historia, desde su primer gran paso: abandonar su Necochea natal para enfrentarse a la gran ciudad. Buenos Aires fue un gran cambio para ella. El furor de los ‘90, el apogeo de las modelos y un patrón de estética que la posicionó como una top model, fue un giro de 180º para esta chica del interior, hija de un veterinario y un ama de casa. El complejo por su extrema delgadez, por el que su abuela le repetía una y otra vez que en su época no hubiese conseguido marido, pronto la convirtió en una de las mujeres más deseadas de la Argentina. En 1995, a sus 18 años, terminó el secundario en el Colegio Nacional de Necochea y unos años después, ingresó a la agencia de Pancho Dotto. Desde entonces, su mundo se agrandó. Nueva York y Miami hicieron que Necochea ya no estuviera tan cerca, aunque nunca perdió el nexo con los suyos, sobre todo, con su mamá, quien siempre se hacía un tiempo para viajar a Buenos Aires y seguirle el rastro que, por entonces, caminaba con prisa. En 1998, durante la temporada estival de Punta del Este, conoció a quien sería su pareja durante 14 años: el productor Sebastián Ortega, quien tenía 25 años. El amor de verano dio paso a una sólida convivencia, a apenas dos meses de estar saliendo.
Así, sin planificarlo, se convirtió en parte de una de las familias más renombradas de la Argentina: los Ortega. Convivió con la constante comparación física y, a veces tediosa, con su suegra, Evangelina Salazar. Tuvo tres hijos, Dante (11), Paloma (10) y Helena (7), que llegaron inesperadamente, y fueron un punto de inflexión en su vida, por los que dejó a un lado su ascendente carrera. "Lo único planificado en mi vida fue mi casamiento con Seba", dijo Guillermina luego de su paso por el Registro Civil, en 2009. Pero ni siquiera la Ley pudo mantener unida una relación que el corazón ya había comenzado a vivir como un duelo. En septiembre de 2011, luego de crisis reiteradas, el matrimonio decidió poner fin, en buenos términos, a su vínculo. Recién hicieron público el divorcio, firmado en octubre de 2011, el último verano, cuando él apareció en la fiesta de Lacoste, junto a su amigo, Gastón Gaudio.
La confirmación llegó rápido y fue ella quien se encargó de dar entidad a los trascendidos, mientras vacacionaba con su hermana, en el Conrad Resort & Casino de Punta del Este.
Apenas se separó, la modelo de la agencia Muse abandonó el country de Zona Norte que compartía con el dueño de la productora Underground y se instaló con sus tres hijos en un departamento de Palermo.
"Para los chicos el cambio fue notable, pero se adaptaron muy bien. En lo que respecta a ella, fue una manera de aumentar su vida social; dejó de estar aislada, empezó a verse con viejos amigos y a ir más al cine, una de sus pasiones, junto con el teatro", dijo un amigo suyo, quien remarcó que "siempre fue la misma". Entre esas amigas aparece la actriz Paula Kohan, quien hizo de pareja de Mónica Antonópulos, en "El Elegido", y compartió con Guillermina las clases de teatro en la escuela de Chávez. "Con Marcelo viene todo muy bien", le confesó a Paula, con quien fue a la cena en la que inició su relación con el conductor de "ShowMatch", el martes 3 de julio. Pero ¿qué fue lo que conquistó a Tinelli? "A veces uno no maneja esas cosas, es más del corazón y no tanto cerebral.
Tienen más razones para no enamorarse que para hacerlo, sin embargo, pasó. No fue elaborado ni pensado, sino que surgió de adentro", explican desde el círculo íntimo de la pareja. A priori, los dos nacieron en un pueblo del interior
y ni Marcelo perdió su vínculo con Bolívar, ni ella con Necochea; son fervientes cultores del perfil bajo respecto a su vida personal y tienen en claro que nada está por delante de sus hijos.
"Si estamos evaluando oficializarlo, es porque va en serio", dijo "Guille", días antes de que "explotara" la noticia. La única condición que puso la modelo fue que le dieran el tiempo suficiente para contárselo a sus hijos y a los suyos, en primer lugar, y a los Ortega, su familia política durante 14 años.
Fue por eso que a Valdes le doliera la reprobación del clan Ortega respecto al "desparpajo", según palabras que habría dicho su ex suegra, con el que Valdes dio a conocer su noviazgo.
"Quiero que ellos se enteren por mi lado y además quiero decírselo a mis hijos antes de que Marcelo lo blanquée", le dijo a sus íntimos la actriz.
"Fue súper respetuosa y sigue siendo la misma. Dio la casualidad de que se enamoro de Marcelo que es una persona súper famosa, pero ella se mantiene igual. Súper respetuosa del papá de sus hijos, no le gusta exponerse.
Aparecieron propuestas para hacer cosas con su familia y siempre cuidó ese aspecto. Su intención no es que nadie se enoje, ella es muy tranquila", la defendió un amigo.
Más allá de la amistad que habría existido entre Marcelo y Sebastián, motivo de la indignación del productor, también habría molestado la manera light que eligió Valdes para hablar de su relación vía Twitter. "Creo en el amor... Uds?", disparó en un tuit, el 2 de agosto, día que abrió su cuenta de Twitter, para generar intriga y al mismo tiempo canalizar la ansiedad informativa. Eligieron el lunes 6 de agosto, a la 1:30, para oficializar su romance con una foto saliendo del edificio Le Parc, donde vive Tinelli. Esa misma semana, Marcelo haría oficial el primer regalo a su pareja: un cachorro raza Pug que recibió de uno de los sponsors de su programa y al que ella bautizó "Hugo", en clara alusión al segundo nombre de Tinelli. Luego subió una foto de Hugo al Twitter y no se separó ni un instante de él, tanto que el jueves lo llevó a la veterinaria para un control junto a su hija Paloma. A pesar de estar a full con Valdes, el dueño de Ideas del Sur no faltó a la cena de hombres de los jueves en "To", uno de sus restó favoritos, con sus amigos Federico Ribero y Hernán De Laurente, de la que el 9 participó el amigo del conductor desde hace más de 20 años, Daniel Scioli.
Aunque el viernes la pareja había planeado viajar a Punta del Este por el fin de semana, finalmente, a última hora terminaron cancelando el plan por la intensa guardia periodística. El sábado, ella aprovechó para comprarle los regalos del Día del Niño a sus hijos y, al día siguiente, cada uno hizo un plan diferente. Ella lo pasó con los chicos y su mamá, Sandra, mientras que Marcelo almorzó en el restó del Palacio Duhau con sus hijas, Micaela (23) y Candelaria (21), ya que Juana (9) y Francisco (14) estuvieron con su mamá, Paula Robles (44). El domingo no se vieron y ella se encontró con su amiga y celestina de la pareja, Paula Kohan. Ya el lunes, la modelo retomó su rutina en el gym del Paseo Alcorta, que complementa con algunas clases en el Vilas Club, mientras que Marcelo se ocupó de sus tareas al frente de Ideas del Sur.
Desde la productora, Guillermina recibió una oferta para incorporarse a "Bailando por un sueño", aunque luego de meditarlo, desistió.
"No va a entrar al `Bailando´. Ella quiere mantener su carrera en la misma dirección de antes, como modelo y actriz. No es la primera vez que le ofrecen ser parte del certamen", dijeron desde su entorno. "A ella le gusta el programa y el baile, pero su perfil es más bajo y su estilo no es la exposición. Sus amigos dicen que baila muy bien. Ella estudia teatro hace muchos años con Julio Chávez y tiene esa veta artística, pero prefiere mantener el mismo rumbo respecto a su carrera".
Abocada a algunas campañas gráficas, como las de Class Life y Black + White, por ahora, Guillermina prefirió rechazar varias de las propuestas oportunistas que le acercaron. "Es muy cuidadosa y muy tranquila, eso no se ha modificado. No tiene dobles intenciones, es súper transparente y lo que hace, le sale de adentro. Surgieron oportunidades laborales, pero ella dijo que no. En ese sentido, mantiene una coherencia, no se embriagó con todo esto y está bien plantada. Sigue siendo la misma que antes", concluyeron desde su entorno.