DOLAR
OFICIAL $816.08
COMPRA
$875.65
VENTA
BLUE $1.18
COMPRA
$1.20
VENTA

Gris imagen internacional

La inclusión de la Argentina en la "lista gris" del Grupo de Acción Financiera Internacional Gafi, que controla el lavado de dinero, agravará el aislamiento internacional de nuestro país.

La prolongada novela en torno de la reticencia de la Argentina a sancionar una severa legislación y aplicar los mecanismos que pongan término al lavado de dinero parece escribir otro doloroso capítulo. El Grupo de Acción Financiera Internacional (Gafi) incluyó a nivel global a la Argentina en su "lista gris" de países que presentan serias deficiencias técnicas en el combate del dinero que se origina por la corrupción, el narcotráfico, la trata de personas y la venta clandestina de armas.

La ley que sancionó el Congreso Nacional, en apresurado trámite legislativo en procura de evitar la previsible sanción, resultó inconvincente, afirmaron fuentes del Gafi a nivel global, aunque tuvo más comprensión de los miembros de ese foro en el ámbito regional (Gafisud).
El Gafi había advertido en varias ocasiones al gobierno de Cristina Fernández acerca de falencias en los controles del tránsito de dinero hacia y desde nuestro país. La respuesta invariable era que desde el año 2000, con una norma anterior, se cumplían los estándares internacionales. La realidad era otra cosa.

En la última década, el narcotráfico –uno de los sectores que más dinero "en negro" genera y, por ende, que necesita ser "blanqueado"– transformó a la Argentina no ya en país de tránsito ni de consumo masivo, sino en autopista para la distribución de drogas a escala planetaria. Éstas son introducidas con llamativa libertad desde Bolivia y Colombia, entre otros países productores de alcaloides. El flujo de dinero creció en forma exponencial, "blanqueado" en operaciones inmobiliarias, en especial en la construcción de hoteles pluriestelares, torres de departamentos de alta gama y, por cierto, en la adquisición de tierras en distintas regiones del país.

La sanción del Gafi es considerada leve, según la tesis sustentada por Estados Unidos, que considera que nuestro país debe descender aun más en la nómina, hasta el último escalón de la "lista negra", junto a Irán y Corea del Norte, e incluso tendría que suspendérsele su membresía, basado sobre el hecho de que desde hace años no cumple con 47 de los 49 parámetros de evaluación general del lavado de dinero. En la "lista gris", la Argentina se encuentra ahora en compañía de Grecia, Venezuela, Ecuador, Honduras, Nicaragua, Paraguay y Bolivia, y con otro país miembro del G-20: Turquía.

La imagen externa de nuestro país sigue, pues, en caída libre, impulsada no sólo por la corrupción estructural, sino también por la impunidad asegurada, en general, por una administración de justicia fuertemente condicionada por el poder central y el garantismo que ciertos jueces aplican casi siempre con equivocadas interpretaciones del texto legal.
La caída podría ser crónica si el país insiste en su política de aislamiento de la comunidad global. Pero la sanción también puede ser una oportunidad si el Gobierno se decide a reforzar los mecanismos legales y punitivos para controlar a uno de los flagelos de las peores prácticas.