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Griesa nombra a un "abogado estrella" mediador con buitres

Daniel Pollack, famoso en Wall Street. De él dependerá que la Argentina pueda o no saltear la cláusula rufo.

Nota extraída del diario Ámbito Financiero

Por Carlos Burgueño

Thomas Griesa nombró ayer como "mediador" entre la Argentina y los fondos buitre al abogado de Harvard y experto en casos de conflictos financieros Daniel Pollack. Hoy aceptará la misión.

Un nuevo, y trascendental actor se sumó ayer a la saga del "juicio del siglo" entre la Argentina y los fondos buitre. Se trata de Daniel Pollack, abogado especialista en litigios financieros, elegido por Thomas Griesa para que comande las negociaciones entre la Argentina y los acreedores que representan a los fondos Elliott, Olifant y Aurelius y a unos 15 argentinos que se enlistaron detrás de los primeros tres. Pollack firmará mañana en el despacho del juez de primera instancia del segundo distrito de Nueva York la aceptación de la misión, e inmediatamente llamará a las partes para establecer reglas para las discusiones preliminares. Esto es, la forma, día, lugar, método y tiempo aproximado para negociar un posible acuerdo entre las partes.

La idea de llamar a un abogado privado como Pollack es la de abrir una alternativa de discusión del tipo "settlement", por la cual los dos bandos hablan de frente sobre las condiciones que debería tener un acuerdo; mientras el intermediario va informando al juez habilitante (Griesa) la marcha de las conversaciones. Finalmente, si se llega a un acuerdo, simplemente Pollack lo debe presentar ante el magistrado para que éste lo rubrique sin mayores observaciones que verificar que el mismo no viola una ley federal de los Estados Unidos. Luego, lo que acuerden entre las partes es ley según la jurisprudencia norteamericana y se aplica tal cual lo firmado y cerrado, en este caso, entre la Argentina y los fondos buitre. Según el contrato que presentó el juzgado ayer, Pollack podrá negociar "públicamente o a puerta cerrada, total o parcialmente". Esto es, casi, plenos poderes.

Según el abogado especialista, Eugenio Bruno, Pollack será el auxiliar directo de Griesa y la persona que "supervizará personalmente las negociaciones". Lo más importante que deberá estudiar Pollack, es el mejor menú de opciones que presente la Argentina ante los fondos buitre para saltear la vigencia de la cláusula Rights Against Future Offers (RUFO); por la cual el país debe garantizarles a los bonistas que aceptaron ingresar a los canjes de 2006 y 2010 cualquier dinero superior que se le pague a los que no entraron en ambos llamados. El abogado designado por Griesa recibirá las opciones que le entreguen los abogados que representan al país del estudio Cleary Gotlieb Steen & Hamilton (CGS&H) para saltear esa cláusula, estableciendo un acuerdo privado entre las partes que no necesariamente debe hacerse público hasta enero de 2015 cuando la RUFO ya no esté vigente. Un "settlement" de este tipo debería cerrarse en un pacto "de caballeros", este año y firmarse en 2015 para que se cierre cualquier alternativa de una RUFO.

Otra opción es que Pollack sea quien hable personalmente ante Griesa para que el juez firme una sentencia de pago que específicamente mencione que la Argentina paga a los fondos buitre y holdouts por obligación de una sentencia de Griesa y no voluntariamente. La interpretación que se hace desde el lado argentino, es que si se deja aclarada esta distinción, y si es el propio Griesa el que la avala por recomendación de Pollack, estaría salvada la aplicación de la cláusula RUFO. La especulación desde el estudio CGS&H es que si el magistrado cierra la puerta a los reclamos de los bonistas, al menos en su juzgado, no habría alternativas de reclamo. Nada garantiza en otros despachos judiciales de primera instancia con otros jueces, ni cerraría la alternativa de apelaciones.

Daniel Pollack es un hombre más que conocido en Wall Street. Se graduó en Harvard y es socio del estudio McCarter & English. Según la página de internet del estudio es experto en "litigios financieros" y en "asesoramiento a empresas en temas de gobierno corporativo y a ejecutivos en contratos de trabajo y acuerdos de salida".

Pollack se hizo famoso en 2005. Ese año, defendiendo a la compañía de fondos mutuos J & W Seligman desafió públicamente a la gran esperanza demócrata para llegar a la Casa Blanca: el fiscal general de Nueva York Elliott Spitzer; quien investigaba e intentaba castigar judicialmente a los movimientos altamente especulativos de Wall Street en la administración de los dineros de los futuros jubilados. La pelea entre Pollack y Spitzer llegó hasta los medios de comunicación, y era habitual que uno u otro aparecieran en los "late shows" defendiendo el abogado al sistema financiero de los Estados Unidos y atacando la alta especulación del sistema el segundo. Pollack llegó a presentar una demanda contra Spitzer por haberse excedido en su autoridad en las investigaciones de "market-timing" (estrategia utilizada para tomar decisiones de compra o venta de activos financieros, buscando predecir los movimientos de precios del mercado) y recibió un apoyo desde el Wall Street Journal a través de una editorial con el título de "El hombre muerde al perro", en el que "alabó la valentía de Seligman y del señor Pollack por su disposición a hacer frente al señor Spitzer". La pelea terminó en escándalo. En marzo de 2008 Spitzer finalizó envuelto en una causa de contrataciones de prostitución VIP y su caso fue conocido mundialmente como "El Cliente Número 9". Pollack se regodeó en varios programas televisivos y aún hoy se dice que la caída de Spitzer fue una venganza de Wall Street por sus embestidas.

Mientras tanto, en el tribunal de Griesa, el juez espera la llegada de los nuevos demandantes contra la Argentina luego de haber perdido el "juicio del siglo".

El más peligroso de éstos es el megamillonario Kenneth Dart, dueño del fondo Dart que tiene el curioso mérito de ser, en noviembre de 2001, el primero en comprar bonos a punto de caer en default. El magistrado no necesariamente tiene la obligación de sumarlos inmediatamente al listado. Incluso podría obligarlos a realizar un nuevo juicio. Dependerá de su humor.