Grave conflicto en Siria: un supuesto ataque con armas químicas deja 355 muertos
Además, unos 3.600 pacientes con síntomas neurotóxicos fueron atendidos en tres hospitales de la provincia de Damasco, según informó Médicos Sin Fronteras.
Unos 3.600 pacientes con síntomas neurotóxicos llegaron el miércoles a tres hospitales de la provincia de Damasco tras el supuesto ataque con armas químicas del que se acusan mutuamente gobierno y rebeldes sirios, y 355 de ellos murieron, informó hoy la organización Médicos Sin Fronteras (MSF).
"Tres hospitales de la provincia de Damasco apoyados por Médicos Sin Fronteras informaron a la organización internacional médico-humanitaria de la llegada de aproximadamente 3.600 pacientes con síntomas neurotóxicos en un período de menos de tres horas durante la mañana del pasado día 21, de los cuales 355 fallecieron", indicó en un comunicado.
La ONG es la primera fuente independiente que confirma la utilización de armas químicas en la región de Damasco, aunque dejó claro que "no puede confirmar científicamente la causa de estos síntomas ni establecer la autoría del ataque".
La oposición siria acusa desde hace días al régimen de haber atacado la región de Damasco el miércoles con armas químicas y de haber matado al menos a 1300 personas. El régimen sirio negó esta acusación y acusó a su vez a los rebeldes de lo mismo.
Los médicos de MSF no pudieron visitar estos tres hospitales, pero estuvieron en contacto con el personal que trabaja en ellos, que les "proporcionó información detallada" sobre los síntomas de los pacientes, indicó la organización humanitaria, que gestiona directamente 10 centros en el país y proporciona material médico a más de 80.
"La información que recibimos acerca de los síntomas de los pacientes, además del patrón epidemiológico de los hechos (la llegada masiva de pacientes en un período breve, el origen de los pacientes, así como la contaminación sufrida por los médicos y trabajadores de primeros auxilios) apuntan claramente a una exposición masiva a agentes neurotóxicos", explicó Bart Janssens, director de operaciones de la organización, según el comunicado.
"Esto constituiría una violación del derecho internacional humanitario, que prohíbe el uso de armas químicas y biológicas. Para el tratamiento se utilizaron suministros proporcionados por MSF de atropina, un fármaco indicado para síntomas neurotóxicos. MSF está tratando ahora de reabastecer los almacenes vacíos de dichos centros", añadió.