Granfiñas, punguistas, rochos y escruchantes
El habla rea en ayuda de la crónica policial" fue el título de una nota en la que hacíamos referencia a la precisión del lunfardo para tipificar las situaciones en las que se involucra el malandraje.
Precisión, decíamos, que les vendría bien a los periodistas del ramo y que sería la envidia de cualquier código penal, para poder así definir, clasificar y castigar los delitos.
Para la gente, un bolsillo es nada más que un bolsillo, pero para un punguista la ubicación certera del objetivo de sus escrutadores dedos es de importancia capital.
Para apoyar esta afirmación, un ejemplo: para la gente, un bolsillo es nada más que un bolsillo. Le da lo mismo el bolsillo del saco, del pantalón o del chaleco. Pero, para un punguista, la ubicación certera del objetivo de sus dedos es de importancia capital. Y entonces cada bolsillo tiene su rótulo y requiere un especialista: Grilo, es el bolsillo lateral del pantalón; culatero, el de atrás; chiquilín, el que va adelante en la cintura. En el saco, Shuca, es el lateral; sotana, el del interior, y cabalete, el exterior ubicado en la parte superior. Camisulín nomina a cualquiera de los bolsillos del chaleco. Shucar es robar de los bolsillos y pelpera, la billetera. Dos más: baratín es un fajo de papeles que simulan billetes, al que le ponen arriba y abajo billetes verdaderos para aparentar un toco de guita. ¡Ojo! Guita es un arcaísmo español, el habla popular lo volvió a la vida.
UNA CRONICA LUNFARDA
Por último, ¿Qué me cuentan si en algún momento llegaran a tropezarse con una crónica así escrita?
"Dos gratas y un granfiña caen en pleno escruche" (Título)
"La yuta frustró anoche el desvalije de una casona en pleno barrio Norte. Dos gratas remanyados y un granfiña sufrieron la mancada porque no se apiolaron de dejar alguien de araca. Un vecino vio luz en la propiedad, cuyos dueños estaban de vacaciones, y alertó a la taquería.
"Ni lerdos ni logis, dos cobanis en una patrulla tiraron el lente y comprobaron la certeza de la buchoneada. Trascartón, demandaron refuerzos y rodearon la manzana. Los rochos cayeron como chorlitos, cuando, no contentos con darle con el santo a la burra y alzarse con lucas y briyos, pretendían cargar todo el placard en un mono.
"Aprovechando la nocturnidad le habían dado al escalamiento por el patio trasero, y con un prolijo monseñor se filtraron por la puerta culatera. El resto fue fácil, hasta que la taba se le dio vuelta por la avaricia, un vecino insomne y varios ratis insólitamente avivados.
"El hecho ocurrió casi medianoche, en una vivienda de la calle tal, número cual, entre X y Z. El barrio, agradecido por el espectáculo, aplaudió a rabiar cuando sacaron a los tres chabones, esposados y con capuchas. El nombre de la familia que salvó la ropa, la guita y los oros no lo publicamos a pedido de los hijos, que no quieren que sus progenitores se preocupen: que tengan felices vacaciones, explicaron.
"¡Al fin, un tiro para el lado de la justicia!"
¿Qué les pareció? Por las dudas: logi, gil al vesre; yuta, policía; ratis y cobanis, agentes policiales; gratas, rochos, ladrones; granfiña, aprendiz de ladrón; araca, alarma; mancada, ser descubierto in fraganti; santo, palanqueta o cortafrío; burra, caja fuerte; briyos, alhajas; mono, atado de ropa que se envuelve con un lienzo; culatera, puerta trasera. Para buchonear, chabones, lucas y remanyados, no hace falta traducción. Tirar el lente es mirar con atención. ¡Ah! Escruche es robo en una propiedad con rotura o escalamiento.
No me digan que esta crónica lunfa no luce más que decir "Tres ladrones, dos mayores y un menor, fueron detenidos cuando robaban en una casa. La policía, alertada por un vecino actuó con rapidez y frustró el golpe. Los dueños estaban de vacaciones, etc, etc".
Ahora sí: ¡Araca! ¡Rajemos que se vienen al humo los puritanos del habla!