Gran Hermano 2022: quiénes son Ariel y Camila, los dos nuevos participantes que entraron a la casa
Uno se llama Ariel Ansaldo, tiene 45 años y es parrillero, oriundo de Berazategui. La otra es Camila Lattanzio, de 21 años y pianista.
El programa de ayer de “Gran Hermano” (Telefe) empezó con la expectativa de ver a quién iba a salvar Thiago entre los nominados. "Voy a elegir con el corazón y por amistad, como siempre", dijo en el comienzo del programa, cuando Santiago del Moro le preguntó si ya sabía a quién iba a salvar de la placa entre su novia Daniela, su mejor amigo Alexis, su otra amiga Romina y Julieta.
Sin embargo, la mayor atención estaba puesta en el ingreso de los dos nuevos participantes, más allá de que los "hermanitos" no sabían que eso iba a ocurrir en la jornada de esta noche.
El primero en ingresar fue Ariel Ansaldo, parrillero. "Tengo 45 años y soy de Berazategui. Era muy fachero, pero pasó la vida y las harinas. Peso 140 kilos y tengo una inmadurez hermosa", se definió.
Su vida profesional pasó por muchos rubros: hizo marketing BTL, promociones, coordinó viajes de egresados y en plena pandemia armó el Quincho de Ansaldo: “Es una parrillita donde la gente viene a comer y a psicoanalizarse”.
El nuevo ingresante de Gran Hermano 2022, entrará a la casa para “hacer divertir a la gente y dejar de correr detrás de la guita… Si hay algo que me encanta es reírme de mí mismo”, reveló en su presentación.
Ariel confesó que no tiene pareja ni hijos, por ende lo único que lo espera afuera de la casa de GH sería su perro Theo.
“Cuando entre a la casa los voy a volver locos, los voy a hacer divertir y me voy a divertir yo, y los voy a manipular”, prometió.
Cuando ingresó al estudio, Santiago del Moro lo felicitó y Ariel le contó que "Llevo seis meses intentando entrar. La oportunidad llegó. Tengo claro que no puedo contar nada del afuera", le dijo emocionado al conductor.
"Es el momento más feliz de mi vida. Gracias a todos por la oportunidad. Entro para divertirme y divertir a los chicos", fue lo último que expresó antes de dejar el estudio y entrar a la casa.
Minutos después, mostraron la reacción de los "hermanitos", quienes no esperaban que entrara alguien nuevo en ese momento, ya que todos estaban expectantes por las nominaciones y ver a quién salvaba Thiago.
Para sorpresa de todos, la bienvenida fue con sonrisas y aplausos. Saludó a uno por uno mientras se presentaba y decía que "Yo los conozco a todos". "Salgo más gorda o más flaca en la tele", le preguntó Romina. Y de inmediato lo llevaron a conocer la casa.
"Gracias por el aplauso. No sabía cómo me iban a recibir", dijo Ariel, mientras le mostraban la habitación de los hombres. Después se dio una situación muy divertida cuando dijo que sabía cocinar. "Síiiii", gritó Alexis, celebrando que le iba a sacar el lugar a Alfa.
La segunda en entrar fue Camila Lattanzio
La segunda participante que entró se llama Camila Lattanzio, de 21 años. "Soy de Ituzaingó y entro a revolucionar la casa", prometió entre gritos y saltos, totalmente exaltada.
"Tengo una hermana gemela que se llama Flor y es mi otra mitad. Es arquera en primera división del fútbol femenino. Vivo con un chancho que se llama Thor y es como mi hijo", sumó la pianista en su carta de presentación. Además tiene una obsesión con la limpieza y se baña entre tres a cuatro veces al día.
"¡Qué felicidad... entré!", gritó apenas ingresó al estudio y fue recibida por Santiago del Moro. Después contó que era vendedora de autos, pianista, que estudió en el conservatorio y cantó un tema de Karina La Princesita. "Entro para demostrar la persona que soy. No busco amigos ni a nadie", desafió antes de subir al auto que la trasladó a la casa.
Mientras todos en la casa hablaban con Ariel, Camila ingresó a los gritos. También la aplaudieron mientras ella saludaba uno por uno. "Quiero ver la casa, estoy muy emocionada", fue lo primero que dijo adentro.
Si bien la cara de Daniela y Julieta no era de alegría por el ingreso de la nueva participante, en general el grupo le dio la bienvenida. Le hicieron chistes con respecto a que le tocaba limpiar la casa por ser la nueva, y le pidieron papel higiénico, diciendo que en la casa no había.
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