Graffigna, Pesquera, Casino Cali: ¿veo más gente muerta?
Una agenda contable con nombres y cifras de deudores. Prestamistas y tipos pendenciosos. ¡Que pase el que sigue!
¿Qué requisitos son necesarios para abrir un casino y sala de juegos clandestinos? Tres. El primero, pagar un canon a la seccional de policía que tenga jurisdicción donde se instala. Es el requisito más sencillo de cumplir, son donaciones para la "cooperadora policial" y sólo garantizan una impunidad parcial mientras no haya un poder político que se sienta molesto por la clandestinidad del lugar.
El segundo requisito, aunque parezca insólito, es aportar una cifra determinada que nunca es fija, a una ONG reconocida, no trucha. Supongamos que instalás un casino clandestino en la Capital, bajo la fachada de una sociedad comercial, y le aportás una cuota a "La Alameda" todos los meses, te dan un recibo oficial por la donación y casi llenaste los requisitos (no estamos diciendo que Casino Cali aportaba a esa ONG, tampoco que no...).
El tercer requisito es algo más complicado. No decimos que precisás tener el celular de Dios, pero sí al menos de algunos de los 12 apóstoles.
Jorge Acero Cali había confundido qué apóstoles eran potables para mantener su tugurio con forma de gimnasio en el barrio de Almagro, y de esa comedia de enredos ya se produjeron dos crímenes y una cantidad no determinada de extorsiones y chantajes que sólo se saben en los bajos fondos del hampa porque ninguna de las víctimas se atreve a denunciarlas en público.
Por alguna razón que no vale la pena contarla en este espacio, Acero Cali es una persona "no grata" en ámbitos del gobierno, y en otros espacios de las fuerzas de seguridad.
Sergio Berni lo tenía en la mira (¿lo tiene aún?), la Secretaria de Inteligencia también y en la Policía Federal es mirado con malos ojos. La relación del profesional de las artes marciales con Guillermo Moreno y algún otro ex apóstol del kirchnerismo no le alcanzo para zafar del allanamiento y escándalo que provocó la investigación sobre su local de juego ilegal. Si no fueron por más hasta ahora es para no dejar pegados en la cuestión a otros amigos de Cali en el poder.
También se dijeron cosas no ciertas, por caso que ahí funcionaba un prostíbulo VIP. La única mujer algo exuberante del casino era una croupier pechugona que funcionaba como carnada para los apostadores, pero nada más que eso. Así lo explicaba a Diario Veloz un antiguo experto en juegos ilegales: "No se ponen al lado de los apostadores minitas que le puedan morder la billetera a los clientes. El tipo que va a una ruleta tiene que dejar su dinero en la ruleta, no en los bolsillos de una alternadora".
Lo que sí había y de libre acceso a la sala eran prestamistas, comúnmente llamados usureros. Cuando un apostador quedaba seco, aparecían personajes como Miguel Ángel Graffigna con portafolios rebosantes de billetes que se los prestaban a los clientes confiables y perdedores natos, a cambio de cheques o garantías de automotores (siempre había un 08 en blanco listo para ser endosado) y en algunos casos, también títulos de propiedad si la cifra a prestar era demasiado elevada.
Cuando Graffigna precisaba refuerzos de dinero, aparecía Alfredo Pesquera haciendo lo que en la jerga del juego ilegal se llama "descargar apuestas". Si es demasiado para un solo prestamista, un segundo "usurero" ayuda a que el cliente pueda seguir apostando.
Son ambientes de personajes pendenciosos, amenazadores que se ufanan de tener contactos con la policía y el poder.
Acero Cali era el dueño de casa, nunca hacía alardes de su potencial físico pero ya se sabe lo obvio: Desde que se inventó la pólvora, se acabaron los guapos.
Cuando murió Graffigna (sus vínculos con otros bajos mundos de chantajes swingers, drogas, filmaciones clandestinas de sexo extorsivos y más), desapareció una agenda con nombres y referencias varias. Personajes que aparecen en el rubro "Ricos y Famosos" figuran en esa agenda que hoy desvela a muchos.
¿Estaba en poder de Pesquera? ¿Acero Cali estaba queriendo cobrar lo que Graffigna nunca pudo cuando lo asesinaron?
Algo de eso puede haber, pero lo que un investigador le reveló a Diario Veloz hace unos horas fue contundente. Nadie en el gobierno protege al luchador de artes marciales, Cali tiene más enemigos y gente que lo detesta en el oficialismo que a nadie se le ocurriría pedir por él. Y al menos los personajes más representativos de las dos barras bravas más grandes de la Argentina ("La 12" y "Los Borrachos del Tablón") tampoco sientesn simpatía por el boxing. ¿Algo que ver aquella pelea de Cali contra en Ninja (al que asociaban a "La 12")? No, para nada, ningún grupo de la barra boquense siente empatía, ni por el Ninja ni por Cali. Los barras de River tampoco, pero no es común que un deportista como Cali tenga tantos enemigos en todos los àmbitos. Y si Sergio Berni sigue con ganas de hincarle los colmillos, es para preocuparse.
¿Qué Jorge Cali está pensando en tomarse unas vacaciones o seguir su actividad deportiva fuera del país? Es otra versión más, de quienes dicen aludiendo a aquella frase famosa del film "Sexto Sentido", en esta trama "veo más gente muerta".