Gorila y progresista
Reflexiones, por Raúl Acosta. Ninguna casaca le queda mal a Ciudad Autónoma. El 31 de julio deberá enfrentar sus más persistentes fantasmas. La ciudad progresista, vanguardia de las mejores y más esclarecidas costumbres y pensamientos de su sociedad, se confiesa.
Ninguna casaca le queda mal a Ciudad Autónoma. El 31 de julio deberá enfrentar sus más persistentes fantasmas. La ciudad progresista, vanguardia de las mejores y más esclarecidas costumbres y pensamientos de su sociedad, se confiesa. Buenos Aires es el sitio donde se refugia el más sostenido conservadurismo urbano. Aclaración: sociedades feudales, con derecho de pernada, sumisión, esclavitud, diezmo, ignorancia y miseria hay varias en el país. Varias provincias argentinas llenan esa solicitud.
En la Ciudad Autónoma, 48 de cada 100 habitantes eligió una propuesta bien conservadora, eligió a Mauricio Macri y su estratagema electoral: Pro.
El 31 de julio, de no mediar una orden de cordura de su jefa, el porteño deberá optar por afirmar su preferencia casi mayoritaria (el 48 sobre el 51 es una definición) o resolver volcándose, contra natura, a la versión actual del peronismo: Cristina y sus delegados. El 31 de julio el porteño deberá confrontarse.
Las dos sendas se bifurcan, realmente. De una parte el peronismo, en rigor el antiperonismo porteño y la posibilidad de la declamación: progresismo. Si se vota a Filmus, si es que Filmus se presenta, se vota al delegado de la actual versión del peronismo, que anuncia su poción mágica: somos los "progre". Se mira al otro caminito y la cosa está clara. Por la senda de grava Macri no engaña. PP español, conservadurismo siglo XXI. Conservadurismo. Ponga las flores que quiera por el camino. Centro derecha y chau.
No hay más que decidirse, amigo. Con la filosofía poco se goza, diría González Tuñón.
Hay un desplante a la decisión popular que es grueso. Con esas mismas cifras en el plano nacional, después de la felonía de 1994, quien tenga ese porcentaje es ungido presidente. Rara locura que quien puede ser consagrada con el 42 por ciento y una distancia de 20 puntos con el segundo insista en que su delegado pelee del 48 al 28. Y viceversa.
No es fácil entender un caso hipotético. Filmus ganador en el balotaje. Si las urnas se alteran y llega un tsunami, ¿que vamos a decir? ¿A Filmus el 31 de julio lo votaron en un clima de reflexión? No es sencillo.
De todos modos, de aparecer el balotaje, aparecerá una encrucijada: la Ciudad Autónoma, que ya se definió, estará entre la espada y el espejo. Se mira en su verdadera contradicción o la atraviesa el acero de la confesión. Somos antiperonistas mucho más que progresistas. No nos asusta votar centro derecha. Cualquier barco nos deja bien siempre que no llegue al puerto peronista.
Es cierto que hay antecedentes de esta confesión. Pero nunca tan dura la cosa para una población media que se dice progresista y está claro: no lo es. Antiperonista si. Gorila si.
Buenos Aires, como toda gran ciudad-Estado, como mega ciudad, tiene su propio pulso, que no es el de sus nutrientes. El interior profundo es su fuente alimenticia. Le escapa a lo que también trajo el polivitamínico del interior, las clases marginales, los sitios escondidos, la rémora, el brazo sin pan de cada chico suelto en las populosas úlceras de su costado.
Pero esos chicos no votan. Los que votan eligieron a Macri. Dividieron en 15 el territorio y el hombre ganó los 15. Chito la boca. Si pero no y si señor. Dale que te dale al delirio. Filmus, por orden de su jefa, quiere pelearlo el 31 de julio ¿Para qué? Si gana es una contradicción tan grande que hasta un estudiante de Segismundo, recién en el arranque, logrará un diagnóstico certero. Si pierde hundió el cuchillo hasta el fémur, sin ninguna necesidad. O si. La necesidad de distraer de lo profundo. No hay modelo, no hay mensaje, no hay relato. "Ay país, país, país", dice la canción de Piero y José Tcherkaski.
Ese es otro asunto. Ciudad Autónoma no es el país. Bueno. Si. De Acuerdo. A simple pluralidad de sufragios no hay modo que gane en provincia de Santa Fe. Otro tanto en Córdoba. En provincia de Buenos Aires todo parece sencillo. Sin Scioli no se gana ni el partido de Magdalena (donde estaba la estancia vieja, según relataba Yupanqui).
¿Qué neurona trabaja doble tiempo en el cerebro de Scioli? Todo el plan de CFK y sus consejeros se reduce a oktubre y oktubre es provincia de Buenos Aires, el 40 por ciento del país.
Con los votos conservadores de Scioli y el peronismo rancio, para consagrar jóvenes diputados progre. Los mismos que espantaron votos en Baires.
Poca gente ha bebido la cicuta mejor que Sócrates, quien sostenía que de ese modo se conservaba inocente. Hay distancias de tiempo y espacio entre el griego y el gobernador Daniel Scioli. Si, se sabe. Pero no tanto.
Las provincias feudales traen alivio a CFK y los soñados votos de oktubre. Le agregan sus consejeros una lectura de encuestas que asombra. Dicen sus teóricos que los votos de Macri, los de Bonfatti, los de De la Sota se sumarán a los de Scioli consagrándola. Que ella es más que la suma de las partes. Verdadera Gestalt, la teoría se estrella. CFK es más que la suma de las partes, es diferente, independiente, autónoma; también inapelable. Ella es fondo, forma y expresión. Bueno, si. Esto es Argentina. Un país que mira las elecciones de Buenos Aires, donde el conservadurismo, sin una sola propuesta, promesa, plan, obtuvo casi el 50 por ciento de los votos contra el modelo de la señora. Al plan, rataplán, al modelo K lo banca el 30 por ciento.
No es necesario caer en el aprovechamiento integral de la fuerza del otro, como hace la Carrió, leyendo las cifras generales sin explicitar las propias (no llegó al 5 por ciento). Ni al arte del birlibirloque de Alfonsín (h) que promete darle los votos a Macri (poco más del 2 por ciento sacó la candidata radicheta) Fernando "pino" Solanas, un amigo de tantos, ha sido más cauto al asegurar lo inevitable. La libertad a sus votantes. No es necesario caer en tales verbalizaciones,
que se entienden. Almitas heridas por los votos, verdadera encuesta (de paso: que papelón el de algunas encuestadoras ¿no?) Es imprescindible, si, leer en el ojo ajeno esta viga atravesada hasta el borde de la Avenida General Paz. Pese a Tinelli y la cofradía, que por todo el país baila por un sueño, el pueblo vota. Y en Buenos Aires se ha declarado gorila y progresista, pero no prescindente. Que Timermann (h), Aníbal y Alberto, la espada y el exégeta, el Hugo D'Elía, Kunkel y la Hebe lo tengan en cuenta. Vota. Simplemente vota.