DOLAR
OFICIAL $816.08
COMPRA
$875.65
VENTA
BLUE $1.18
COMPRA
$1.20
VENTA

Gonzalo Heredia relata su primera vez

El galán del momento, además de lindo y actor, ahora escribe. Y lo hace en un blog que él mismo dice su diario íntimo. Recientemente, en el relató su primera vez. “Transamos parados, le baje la calza, me baje el pantalón y la acosté en la membrana colorada”, comienza el relato de Heredia. Conocelo completo.

Se titula “Vómito Cerebral (Diario íntimo) y en él, Gonzalo Heredia plasma historias, sentimientos y recuerdos varios. Para la sorpresa de muchos, el actor redacta bastante bien y en un estilo predecidle, entre osado, juvenil y desvergonzado. Se titula “Tres Sacudidas”, y encabeza con ese nombre el relato de su primera vez que decidió transcribir el 14 de julio. “Era por deporte o por pendejo. Voy a empezar por la primera vez. Éramos un grupo grande de chicos y chicas, nos juntábamos en la puerta de la casa del narigón, era verano, éramos como 10 entre chicos y chicas. El punto de encuentro ,el nido , era ,como decía, la puerta de la casa del narigón Mauro , enfrente del Echeverria, siempre , cada tarde de verano nos juntábamos a chupar , a fumar , a boludear , íbamos cayendo de a tandas , de a uno , como sea , pero tipo 5 o 6 de la tarde estábamos todos”, comienza. “Se habían mudado justo enfrente dos hermanas: Samanta y Sabrina, que rápidamente se hicieron muy amigas de la Negra , la Colo y Dani. Hacíamos reuniones, nos juntábamos a hacer lo mismo que hacíamos en el nido , pero con música , con mas alcohol. La primera fue en la casa de Poty , llegamos Transamos parados , le baje la calza , me baje el pantalón y la acosté en la membrana colorada tipo 10 , yo fui con Lucas y Carlos , habíamos ido a comprar vino en los Griegos , en el camino nos cruzamos con las mellis , a mi me gustaba mucho Noelia , era ricotera y tenia un pañuelo stone violeta , no me daba bola , le gustaban los pendejos mas grandes , los chorros de la villa se Sivori , los que andaban en motos afanadas y que también nos afanaban a nosotros, así que me quede mirándola y no le dije ni hola, puse mi cara de ganador (la mejor que pude hacer) y seguimos por Belgrano hasta Guido Spano. Llegamos y sonaba una cumbia”, continúa describiendo cada detalle con un perfil bastante llamativo y cautivador. “Los pibes estaban desparramados por la casa, corriendo a las pendejas (algunos) y otros escabiando sangría. Habían vaciado un sparkling y le metieron un par de naranjas, vino tinto y un poco de soda y lo habían puesto en el pasillo como si fuera un consultorio de dentista. Sabrina tenia una calza gris y una musculosa a tono, tenia el pelo con unos rulos finitos, largos, era morena y las patas parecían de garza. Era Salma Hayek”, dice, todavía conservando la ´calma´. Pero, más tarde, se euforiza: “Chupe como un descocido, chupe hasta que el hígado me hizo ruido , hasta que el ultimo sorbo me dio arcada, recién ahí solté el vaso. Con todo ese valor en el estomago, encare a Sabrina, le empecé a decir palabras desarticuladas y rotas, flojas, ella me escuchaba con los dientes apretados que formaban una semi sonrisa con su boca pequeña, me miraba fija a los ojos .Me la transe en el patio, contra la escalera, me gustaba como me besaba , abría la boca semi excitada , los ojos se le ponían blancos . Yo le mandaba mano en el cul.. y le hacia sentir la pi… dura entre las piernas . Los pibes espiaban por la ventana y se cagaban de risa , de mi calentura , de la situación tan intima al lado de la parrilla con el escudo de newell's”, cuenta. “Como pude la lleve al cuartito del tanque de agua que estaba en la terraza. Transamos parados , le baje la calza , me baje el pantalón y la acosté en la membrana colorada , cuando la estaba por cog…. me dijo:-para para , no , no , (me hizo sentir un violador , un insensible perro caliente que no nos habíamos besado una vez y ya la quería cog…), me invadió un calor diferente , le dije : -perdoname... , ella me contesto me dijo con un tono que me hizo sentir un boludo a cuerda, -no , es que estoy un poco indispuesta, -a bueno , le dije y bajamos”. Sin embargo, la aventura de Heredia siguió y él la cuenta así: “Los pibes me ametrallaron a preguntas, me hice el boludo y me prendí un chesterfield brown , me serví vino y me quede mirando como se reía con las pendejas. Se levanto y la seguí, espere que saliera del baño y la metí en la pieza del hermano mayor de Poty, transamos, le volví a bajar la calza, me volví a bajar el pantalón y sin hablar le corrí la bombacha blanca de algodón y la cog…, tres sacudidas y acabe. Nos cambiamos y cuando estábamos saliendo vi , en el acolchado , una mancha del tamaño de una pelota de tenis, me hice el boludo . A la media hora la pieza era una especie de museo, entraban de a dos, de a tres, de a seis a cagarse de risa , yo me moría de vergüenza y me seguí haciendo el boludo , ella se reía sin pudor de nada , se reía como si no hubiese tenido nada que ver”. La historia, sin tener nada de romántica, culmina: “La semana pasada la cruce en Mitre, no me vio, iba de la mano con una rubia”.