Fútbol para todos: la dinámica de lo impensado
*Por Daniel Roberto Viola. La transformación del "fútbol-juego" en "fútbol-espectáculo" es obra de la irrupción de la TV a nivel global, convirtiéndose en una fuente de ingresos para los clubes y asociaciones, que se multiplica con la ayuda de las nuevas tecnologías con alcance masivo a millones de consumidores deportivos.
En Argentina, desde el 20 de agosto de 2009 la Jefatura de Gabinete de Ministros se convirtió por diez años en exclusivo cesionario de los derechos de TV para los torneos organizados por A.F.A., declarándose como objetivo el acceso libre y gratuito por televisión abierta a todo el territorio. A poco de transitar esta novedosa experiencia que se nutre de reasignaciones de fondos públicos, un hecho deportivo, el descenso de River Plate a la primera B Nacional, ha impactado en el "producto-fútbol" de forma imprevista, convirtiendo al equipo de la banda roja en el objeto de mayor atención para los televidentes.
Como efecto colateral desde el partido River vs. Independiente Rivadavia de Mendoza, después de cuatro años A.F.A. no se opone a la concurrencia del público visitante, aunque un año atrás había denegado igual pedido a Rosario Central, el "Sexto grande" según una encuesta nacional. La renovada pantalla de TV es compartida por la primera A y la B Nacional que se incorporó a la programación del canal público. Esta alta exposición puede confundir al televidente porque las imágenes de los partidos son idénticas, sin matices de calidad entre una y otra categoría. Ya no existen distinciones entre los equipos "grandes" y los otros, todos están igualados cuando saltan al "verde césped". La "TV para todos" hace más patente las flaquezas de la organización, la ineficiencia de los operativos de seguridad, la violencia entre grupos de barras, el uso de pirotecnia y las banderas fuera de regla, las anomalías del campo de juego; todo ello se traduce en un mediocre espectáculo deportivo al sufrir bajas constantes de sus futbolistas más talentosos que emigran. La permanencia frente al televisor sólo es justificable por la pasión de los hinchas. Pero esta decadencia no es nueva. Si miramos al pasado, el periodista Dante Panzeri ya se preguntaba en 1967 -cuando se televisan unos pocos partidos por la TV estatal en blanco y negro- si la falta de talentos se debía a que había menos "potreros" donde la disputa de la pelota era libre e imprevisible, y mientras sostenía su batalla dialéctica contra el "fútbol-negocio" acuñó estas frases de colección "Fútbol, dinámica de lo impensado" y"El fútbol es el jugador" , así podrá jugar al mediodía con un sol que calcina en el norte o con fuertes vientos patagónicos a la media tarde o en plena noche sin importar si diluvia o se registran temperaturas bajo cero. No se reconocen a los futbolistas derechos ni recompensas adicionales, a diferencia del plano internacional, donde estrellas como Messi, Cristiniano Ronaldo o Rooney ceden sus derechos de imagen a cambio de sumas millonarias para promocionar a las grandes marcas deportivas. En la decisión ministerial que diera vida al programa "Fútbol para Todos" se rescata: "... Resulta imprescindible fortalecer a los clubes -asociaciones sin fines de lucro-que se agrupan en AFA, con alternativas que les permitan mejorar sus ingresos, posibilitando que el fútbol argentino progrese de formador de jugadores de nivel mundial a generador de espectáculos deportivos, a partir del mejor nivel de sus torneos..." Hace dos años ha quedado en manos de AFA cumplir con el artículo 6º de su Estatuto, haciendo ilimitada y solidariamente responsables a los dirigentes por sus propios actos con el fin de lograr más transparencia y eficiencia en la economía de los clubes. Para ello, se deben poner en práctica los controles presupuestarios y legales que son indispensables si pensamos en una reconstrucción verdadera, abriendo paso a la planificación por sobre lo impensado.