Fundadas críticas en la Rural
Apoyando su discurso en el desinterés del Gobierno en la figura de Sarmiento, Biolcati objetó las políticas oficiales.
El sábado pasado tuvo lugar el clásico acto inaugural de la Exposición de Ganadería, Agricultura e Industria, organizada por la Sociedad Rural Argentina. Contó con la presencia del jefe de gobierno de la ciudad, Mauricio Macri; del gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saá; de los ex presidentes Eduardo Duhalde y Adolfo Rodríguez Saá, y de numerosas figuras políticas, invitados extranjeros y los miembros de la Comisión de Enlace. No hubo, en cambio, ningún representante del gobierno nacional, como es costumbre desde que el kirchnerismo llegó al poder, ni tampoco asistió el gobernador bonaerense, Daniel Scioli.
La presencia del gobierno nacional se limitó a la apertura de la muestra, diez días antes, con la participación del secretario de Agricultura, en tanto que, luego de tres años de ausencia, expuso su stand el Ministerio de Agricultura que albergó al INTA, al Senasa y a otras dependencias técnicas, situación que pretendió ser un acercamiento, con la intención por parte del ministro Julián Domínguez de tender un puente en su relación con el agro.
La exposición tuvo su brillo habitual; hubo una gran cantidad de ejemplares que obtuvieron precios acrecidos en las subastas, lo que demuestra que esta muestra sigue manteniendo su vigor y atracción, expresada también por la concurrencia de delegaciones rurales extranjeras y numeroso público de las más variadas procedencias del país.
El discurso del presidente de la Sociedad Rural, Hugo Biolcati, acordado con la comisión directiva, se fundó en el desconocimiento de la egregia personalidad de Domingo Faustino Sarmiento, de tal modo que no habría sido casual que el bicentenario de su nacimiento, ocurrido el 15 de febrero pasado, hubiera transcurrido virtualmente inadvertido en medio de un "estrepitoso silencio oficial", con sólo un acto de mínima significación en San Juan. De allí en más, el orador fue construyendo su alocución poniendo de manifiesto las virtudes republicanas del gran sanjuanino y su liderazgo en la creación del sistema de educación pública y gratuita. Aquel proyecto de país -continuó- fue progresivamente destruido y surgió una sociedad partida, con cientos de miles de personas excluidas y sumidas en una pobreza irreductible.
A partir de allí, el discurso inició severas críticas a la administración oficial. Hoy, en cambio, las desafortunadas políticas han llevado a la desaparición de decenas de miles de productores, dijo, y responsabilizó al "modelo", a modo de ejemplo, por el desinterés de éstos en la siembra de trigo, que con exportaciones cerradas, no encuentran a quién venderle su cosecha y a los que, sumando otras intervenciones y retenciones, les han arrebatado 5500 millones de dólares. Agregó la ausencia de programación energética, que ha llevado a transformar en una aventura las siembras por falta de combustibles.
Entre otras críticas, pidió que se eliminaran las trabas para vender los productos y solicitó enfáticamente que se deje de castigar al campo. Finalizó Biolcati llamando a utilizar las urnas para devolver los valores olvidados, en clara alusión a las varias e importantes elecciones próximas. El malestar oficial, con manifestaciones descalificantes a cargo del ministro Domínguez, no se hizo esperar. El Gobierno volvió, así, a demostrar que no está dispuesto a escuchar a los productores y que privilegia el estilo de crispación por sobre el tan necesario diálogo.