Funcionarios cada vez más ricos
Las declaraciones juradas de bienes de varios kirchneristas vuelven a mostrar sorprendentes incrementos patrimoniales.
Ocho años después de haber llegado al poder, el kirchnerismo sigue demostrando que, sin lugar a dudas, desempeñarse como funcionario gubernamental es una de las vías más rápidas para enriquecerse y que, en esa faena, 2010 fue un año especialmente positivo para algunos de ellos.
Así lo demuestran, por ejemplo, las declaraciones juradas correspondientes al año pasado del titular de la Secretaría de Inteligencia (ex SIDE), Héctor Icazuriaga; el de la AFIP, Ricardo Echegaray; la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner; el ministro de Planificación, Julio de Vido, y la ministra de Defensa, Nilda Garré.
Según esas declaraciones presentadas ante la Oficina Anticorrupción, en sólo doce meses Icazuriaga vio incrementar su riqueza en un millón de pesos, pues su patrimonio ascendió de 636.000 a 1.681.000 pesos: un 164 por ciento.
Echegaray, en cambio, aumentó medio millón de pesos (un 18 por ciento), al convertirse sus 2,5 millones en tres millones. De Vido también se mostró un tanto modesto, pues pasó de 1.881.942 a 2.250.259, un 19 por ciento, mientras que Alicia Kirchner aumentó sus ahorros un 59 por ciento y Nilda Garré, un 35 por ciento.
Un aspecto interesante de este fenómeno es que los incrementos patrimoniales del jefe de la cuestionada Secretaría de Inteligencia y de De Vido habrían obedecido a que sus salarios aumentaron un 42 por ciento, pese a que, según el índice del Indec, la inflación del año pasado apenas habría superado el 10 por ciento.
Icazuriaga es un hombre de suerte. Cuando el kirchnerismo daba sus primeros pasos en el Gobierno, su patrimonio sólo ascendía a 74.000 pesos: alrededor de 1.600.000 menos que en la actualidad.
Los funcionarios mencionados presentaron sus declaraciones juradas de bienes ante la Oficina Anticorrupción, pese a que ese organismo otorgó el mes pasado una segunda prórroga para efectuar esas presentaciones, de forma tal que éstas se conozcan después de las elecciones primarias. La fecha original del primer vencimiento del plazo era el 4 del mes pasado, que Julio Vitobello, titular del organismo, prorrogó hasta el 22 del corriente mes.
El kirchnerismo siempre ha tenido serias dificultades para justificar el incremento patrimonial de sus principales figuras, comenzando por el matrimonio Kirchner.
Pero paralelamente a esas dificultades, ha tenido también la fórmula para solucionarlas, pues la justicia federal ha sido pródiga en otorgar veloces y a veces muy cuestionados sobreseimientos. De Vido ha recibido este beneficio y también los Kirchner.
La divulgación de las declaraciones juradas del matrimonio presidencial correspo
ndientes a 2009 arrojó que su riqueza había aumentado un 20,65 por ciento respecto de 2008, por lo que ascendió de 46 millones de pesos a 55,5 millones. Hubo también una inaudita diferencia de más de 4 millones de pesos respecto del patrimonio declarado por Néstor Kirchner al asumir como diputado, el 10 de diciembre de 2009, es decir, sólo 21 días antes de su otra declaración, correspondiente al período cerrado el 31 de diciembre de 2009. El veloz e irregular sobreseimiento con el que el juez federal Norberto Oyarbide benefició a los Kirchner sólo sirvió para avivar aún más las sospechas.
Por desgracia, la combinación de una Oficina Anticorrupción laxa en la materia y jueces federales que actúan como defensores de los imputados de enriquecimiento ilícito torna la obligada presentación de las declaraciones juradas en un trámite virtualmente exento de riesgos judiciales cuando hay abruptos incrementos patrimoniales no justificados.
La triste conclusión es que, tal vez, la Justicia sólo pueda obrar con independencia cuando los funcionarios hayan abandonado la función pública, siempre y cuando no hayan sido sobreseídos previamente con fallo confirmado por la Cámara, pues, en ese caso, aunque se confirmara con nuevas pruebas que se han enriquecido, no pueden volver a ser juzgados por el mismo delito.